CONGRESISTAS INCONGRUENTES

ORO

Por

Redacción

- martes, marzo 11 de 2025

Pues sí, señores habitantes del grandioso estado de San Luis Potosí, tenemos una de las peores legislaturas que se han dado en esta entidad. El LXIV Congreso del Estado se ha distinguido por su enorme incapacidad, opacidad, prepotencia e incongruencia. Esta semana tuvimos dos muestras palpables:

La primera fue de la diputada priista Sara Rocha, quien introdujo una iniciativa al Congreso en la que pretende que alrededor de tres mil potosinos firmen para poder presentar una iniciativa ciudadana. Con ello, está limitando o entorpeciendo la participación ciudadana directa en el Congreso. Lo irónico del asunto, según el punto de vista de este monero, es que, a pesar de que no hay buenas iniciativas en el Congreso que justifiquen su labor legislativa —es decir, el trabajo de los propios diputados, quienes flojean y rara vez presentan algo de valor—, ellos, como representantes del pueblo potosino, podrían discutir dichas propuestas, ya que tienen la capacidad y responsabilidad de decidir en nombre de los ciudadanos que los eligieron.

Entonces, doña Sara está pidiendo que las iniciativas ciudadanas lleven representación popular, cuando cada diputado ya es, en sí mismo, un representante del pueblo, lo que resulta en una evidente incongruencia. O, al menos, en un alejamiento aún mayor de la voz ciudadana. Ella argumenta que el propósito es empatar con la legislación federal, pero olvida que lo que realmente se necesita es una mayor participación en nuestro Congreso. Además, no toma en cuenta que San Luis Potosí es un estado con una fuerte tradición de participación política por parte de sus ciudadanos, quienes honran el ejemplo del doctor Salvador Nava y de otros célebres potosinos responsables que alzan constantemente la voz.

Por otro lado, Cuauhtli Badillo, el despistado diputado de Morena, se queja de que le pregunten sobre la participación presencial de los diputados en el Congreso del Estado y responde que él no es niñera para andarlos cuidando. No, joven diputado, usted no es la niñera, es el presidente de la directiva del Congreso del Estado y, por tanto, tiene la responsabilidad de poner en su lugar a los diputados faltistas. Pareciera que el Congreso se está convirtiendo en un aeropuerto donde solo hay aviadores que van a cobrar el sueldo sin asistir. Y todavía les están dando la facilidad de reportarse a las sesiones por medios digitales, es decir, por videollamada, en vez de cumplir su trabajo y presentarse a un recinto que requiere la importancia histórica y política que conlleva la investidura de cada diputado. ¿No les parece un honor portar dicho encargo durante estos breves tres años por elección popular o, aunque sea, por imposición partidista en su plurinominalidad?

Este monero se pregunta en serio si estas últimas legislaturas podrían considerarse históricas o si solo desean pasar bajo la sombra gris del fastidio cronológico, haciendo únicamente el trabajo que sus partidos les indican y no el que sus representados necesitan. Ahí quedan estos dos ejemplos de personalidades que, sin duda, matan el espíritu de nuestra República y nuestra democracia.