Mientras se prevé una posible ola de deportaciones de mexicanos desde Estados Unidos en 2025, Canadá también ha incrementado significativamente las expulsiones de migrantes mexicanos en los últimos dos años.
En 2023 y 2024, el gobierno de Justin Trudeau deportó a 1,020 y 1,244 mexicanos, respectivamente. Esta medida se debe al endurecimiento de las políticas migratorias y a la reinstauración del requisito de visado para los mexicanos. Además, se ha rechazado una gran cantidad de solicitudes de asilo, especialmente aquellas relacionadas con personas que huyen de la violencia, ya que cada solicitud de refugio implica una ayuda económica mensual de 400 dólares.
A pesar de que las expulsiones de Canadá son una fracción de las deportaciones anuales que realiza Estados Unidos, estas cifras se han disparado en comparación con 2019, cuando solo se registraron 12 casos. El motivo principal radica en la creciente sospecha de que muchos mexicanos piden asilo con la intención de quedarse a trabajar, lo que no es considerado por las autoridades canadienses.
Las tensiones diplomáticas recientes entre México y Canadá, especialmente por el Tratado de Libre Comercio, podrían hacer que estas expulsiones aumenten. Además, la reducción en las plazas del programa de trabajadores agrícolas temporales podría ser una medida adicional para controlar el flujo migratorio.
Este endurecimiento migratorio ocurre mientras ambos países celebran 50 años de relaciones diplomáticas, una alianza que se ha fortalecido a lo largo de las décadas, con énfasis en la cooperación comercial y cultural.