En un día común de verano, Laura Kelly y Joe Velaidum vivieron una experiencia sorprendente cuando un meteorito cayó sobre el jardín de su hogar en Canadá. Aunque inicialmente no comprendieron la magnitud del evento, fue a través de las grabaciones de su cámara de seguridad que descubrieron que la roca espacial había impactado el suelo, dejando una pequeña hendidura. Joe reflexionó sobre su suerte al no haber estado en el lugar del impacto.
El padre de Laura, que escuchó el impacto desde su casa cercana, alertó a la pareja, quienes se comunicaron con la Universidad de Alberta. Allí, Chris Herd, geólogo y curador de la Colección de Meteoritos de la universidad, confirmó que el meteorito era una condrita ordinaria, uno de los tipos más comunes, pero su composición química era de interés para la ciencia.
El meteorito, conocido como el Charlottetown Meteorite, viajaba a una velocidad impresionante de 60.000 km/h antes de entrar en la atmósfera terrestre. Al cruzar las capas atmosféricas, su velocidad disminuyó, permitiendo que el impacto fuera menor. El análisis de este evento ha proporcionado datos únicos sobre los efectos de la fricción atmosférica.
Este es el primer caso registrado en video con sonido de la caída de un meteorito sobre la Tierra, un hecho que abre nuevas posibilidades para el estudio de estos fenómenos. Herd subrayó la importancia de contar con sistemas de monitoreo más avanzados para mejorar la precisión en la detección y documentación de caídas de meteoritos.