Buscan bomberos metropolitanos ayuda para apagar llamas financieras

Déficit de equipo y personal afecta operatividad.

Por

Ernesto García

- viernes, noviembre 28 de 2025

San Luis Potosí, S.L.P., viernes 28 de noviembre de 2025.– La tranquilidad en la comandancia central de Bomberos Metropolitanos pocas veces existe. Los teléfonos suenan constantemente en la cabina e interrumpen el silencio de los elementos que están listos para salir al llamado. En cuestión de minutos, los bomberos voluntarios deben movilizarse ante una emergencia; las unidades de reacción inmediata intentan avanzar entre calles estrechas, autos estacionados y vialidades con gran carga vehicular. Una unidad intenta abrirse paso, pero el espacio es insuficiente. Hace apenas unos minutos, un reporte de incendio de vehículo activó a la estación; el camión llegó con la rapidez necesaria, pero el llamado resultó en una falsa alarma por basura quemándose.

Las llamadas filtradas por el 911 permiten reducir la cantidad de reportes falsos, aunque el principal problema no son estas llamadas, sino la falta de voluntad de la ciudadanía para aportar a un servicio que atiende en promedio 300 emergencias mensuales. Es una escena que se repite a diario en San Luis Potosí y que retrata las carencias estructurales bajo las que opera el Heroico Cuerpo de Bomberos, que con ingenio y ahorros mantiene una operatividad limitada, atendida por elementos que apenas logran cubrir la demanda de servicios.

La falta de personal es otra de las principales preocupaciones. Actualmente, el Patronato de Bomberos reconoce la urgente necesidad de contratar al menos 16 nuevos elementos para cubrir turnos, fortalecer la atención y completar cursos de capacitación. Para lograrlo, se requiere una reserva financiera cercana a los 12 millones de pesos anuales. La meta inmediata es conseguir al menos el 50 por ciento de este recurso, lo que permitiría incorporar a ocho nuevos bomberos a partir de febrero.

Ante esta situación crítica, el Patronato ha desplegado diversas campañas para recaudar fondos. Una de ellas es la tradicional colecta escolar, que se realiza cada año entre octubre y noviembre. A esto se suma una campaña internacional a través de la plataforma World Friend, que permite recibir aportaciones desde cualquier parte del mundo. Además, se organiza una cena-baile con causa, programada para el 28 de noviembre, que contará con la participación del artista Benny Ibarra. Los boletos están disponibles en los canales oficiales del cuerpo de bomberos.

A ello se suma el desgaste del equipo de protección personal. Cascos, chaquetones, pantalones especiales, botas con casquillo de acero, protección facial y equipos de respiración autónoma forman parte del atuendo indispensable para ingresar a zonas de riesgo con temperaturas extremas, humo denso y ambientes contaminados. Cada equipo pesa entre 25 y 30 kilogramos y tiene una vida útil de cuatro a cinco años. La última renovación se realizó hace tres años, por lo que para 2027 será necesaria una nueva inversión, considerando que cada equipo cuesta entre 30 mil y 35 mil pesos.

Ser bombero no es solo un trabajo físico; es un ejercicio constante de fortaleza mental. La preparación exige resistencia al calor, a la presión, al encierro y al peligro permanente. No cualquiera puede entrar a un edificio en llamas o atender una fuga peligrosa sin dejarse vencer por el pánico. Aun así, lo hacen todos los días, muchas veces con equipo limitado y salarios modestos, sostenidos más por la vocación de servicio que por la retribución económica.

El llamado de auxilio que hacen ahora los bomberos no es por un favor, sino por una inversión en la seguridad colectiva. Ni los impuestos ni los gobiernos municipales cubren completamente los costos de operación. El funcionamiento del cuerpo de bomberos depende, en gran parte, de las aportaciones ciudadanas. Cada peso recaudado se traduce en herramientas, vehículos, equipo y personal mejor preparado para responder cuando la emergencia toca a la puerta.