Autonomía constitucional a la CTI – Momento San Luis Potosí

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Archivo El Momento

- miércoles, septiembre 21 de 2022

El día de ayer, en la homilía mañanera y palaciega, Huey Tlatoani dijo “estamos padeciendo, todavía, de estos aparatos que se crearon durante el periodo neoliberal” ya sabe usted, el repetitivo tono sexenal que aburre, para continuar “de organismos autónomos, fachadas, para justificar el robo”.

Si se refiere a la CNDH, ésta tiene como objetivo ser un órgano ciudadano para observar el abuso de actos de autoridad pública sobre los gobernados, sin ser juicio, eso hasta que llegó una titular subordinada al poder ejecutivo; ahora sí que no cumple el objeto de existir, pero cambiará.

Si se refiere al Banco de México, este organismo ha permitido políticas monetarias con cimiento en la sostenibilidad, apoya los esfuerzos de contención inflacionaria; por el contrario las remesas son indicio fallido de políticas públicas para bienestar social por significar pérdida de la fuerza de trabajo, paliativo que provee flujo de efectivo a familias mexicanas; otros indicadores son insostenibles como el incremento de gasto corriente respecto al de inversión en relación a la deuda, subsidio a combustible, etcétera.

Si se refiere al INE, su autonomía ha permitido transparentar procesos electorales, por la cuál ahora el habitante de Palacio Nacional lo es, esperemos que siga así, autónomo; las pugnas del poder en una sociedad polarizada son riesgo, no olvidemos que los partidos políticos -aunque se autodenominen movimientos- son instituciones de interés público cuyo único objetivo es la conjunción de alcanzar el poder y conservarlo, así sólo quedan abiertas a las opciones el cómo, para y por qué.

Si se refiere a la universidad pública, dicho como conjunto de instituciones federales y estatales, es con ésta que la sociedad busca proveer elementos de competitividad a nuevas generaciones para que se inserten en un mercado laboral cambiante y, cada vez, mas retador, a fin que satisfagan, con su libre albedrío y patria potestad, necesidades personales en el contexto de legalidad y globalización actual.

No olvidemos que la autonomía universitaria se discutió en inmediatez postrevolucionaria, el resultado fueron instituciones que se consolidaron a grado tal que algunas universidades, que otrora optaron por el modelo no autónomo, cambiaron a final del siglo pasado –como la Universidad de Guadalajara, la Veracruzana y otras pocas-.

Todos son perfectibles, por supuesto que sí, pero de gran utilidad a la sociedad en contrapeso a las decisiones político-electorales emanadas de profesionales partidistas.

De esa manera podríamos seguir con otros casos como el INAI y proponer adicionales como CONABIO o CONACYT; esta columna opina que es deseable la autonomía para todas las instituciones de interés público que requieran actos de autoridad sin que dependan de gobierno alguno en turno; con capacidades técnicas de orientación en la ciudadanía, en gobernados, mas que en gobernantes.