Un ataque con misiles lanzado por Rusia contra Kiev el 20 de diciembre de 2024 causó daños materiales en varias embajadas extranjeras, entre ellas las de Portugal, Argentina, Albania, Palestina y Montenegro. Aunque no se registraron víctimas, las instalaciones diplomáticas sufrieron daños en ventanas y puertas, como confirmó el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel.
Rangel condenó fuertemente el ataque, resaltando que es “absolutamente inaceptable” que instalaciones diplomáticas sean objetivo de violencia. El ministro también convocó al encargado de Negocios de la embajada rusa en Lisboa para presentar una protesta formal. “Cualquier ataque a Ucrania es condenable, pero atacar misiones diplomáticas cruza una línea”, subrayó.
El ataque también afectó a la embajada de Macedonia del Norte, en el distrito de Holosiiv, aunque no se reportaron heridos. La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con los diplomáticos afectados, y la Unión Europea condenó el acto, calificándolo como un ataque “bárbaro” contra objetivos civiles.
Kaja Kallas, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, reiteró que “ninguna representación diplomática debe ser blanco de ataques”. Además, apuntó que este incidente refleja la falta de voluntad de Rusia para buscar la paz.
Por su parte, las autoridades ucranianas continúan enfrentando la agresión rusa, mientras la comunidad internacional se une en apoyo a las misiones diplomáticas y condena el ataque.