Washington D.C., E.U.A., jueves 13 de noviembre de 2025.– La presencia militar de Estados Unidos en el Caribe volvió a encender las tensiones geopolíticas en la región, luego de que el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo, según el Pentágono, arribara con más de 4 mil marineros y decenas de aeronaves tácticas, en una maniobra que reaviva las alertas en torno a Venezuela.
El Departamento de Defensa estadounidense informó que la flota se desplegó en cumplimiento de la directiva del presidente Donald Trump para reforzar las operaciones contra el narcotráfico en aguas del Caribe, un operativo iniciado en agosto y que, de acuerdo con el Pentágono, busca desmantelar organizaciones criminales transnacionales y combatir el narcoterrorismo.
Autoridades estadounidenses aseguran que durante esta campaña se han destruido una veintena de embarcaciones y han muerto al menos 75 personas, en lo que la Casa Blanca califica como una defensa de la patria frente al crimen internacional. Sin embargo, la presencia del USS Gerald R. Ford ha provocado reacciones inmediatas de Rusia y el Reino Unido, que advierten un incremento de la tensión militar en la zona.
En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro anunció el despliegue de 200 mil efectivos en todo el territorio venezolano, acompañados de unidades terrestres, aéreas, navales y misilísticas. “Nos preparamos para defendernos de las amenazas imperiales”, declaró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien encabezó el operativo iniciado la madrugada del martes y previsto para extenderse hasta este miércoles.
El Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, aprobó además una nueva ley para la defensa integral de la nación ante el despliegue militar estadounidense, consolidando el mensaje del gobierno de Caracas frente a lo que considera una provocación directa en su área de influencia marítima.