Bulgaria, sábado 12 de diciembre de 2025.- El Parlamento de Bulgaria aprobó por unanimidad la dimisión del primer ministro conservador Rosen Zhelyazkov, formalizada un día antes tras una ola de protestas masivas contra la corrupción y el manejo económico del país. La decisión abre paso a un nuevo proceso electoral, el octavo desde 2021, en un escenario político marcado por la fragmentación y la desconfianza ciudadana.
La caída del Gobierno ocurrió después de que cientos de miles de personas se movilizaron desde finales de noviembre, inicialmente en rechazo al proyecto de presupuesto para 2026, que contemplaba aumentos fiscales y recortes en programas sociales. Las manifestaciones escalaron hacia denuncias de injerencia política, especialmente contra el influyente empresario y diputado Delyan Peevski, acusado por sectores sociales de intervenir en el Ejecutivo, el sistema judicial y los servicios de seguridad.
El malestar también alcanzó a Boyko Borisov, líder del partido GERB y ex primer ministro en tres periodos entre 2009 y 2020, en un ambiente marcado por la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y el temor a que la adopción del euro en enero profundice las presiones económicas.
Con la renuncia aceptada, la Constitución búlgara obliga al presidente Rumen Radev a iniciar consultas con las fuerzas políticas y ofrecer hasta tres mandatos para intentar formar un nuevo Gobierno, comenzando por GERB, la bancada más numerosa. Sin embargo, Borisov anunció que no buscará alianzas y, en un Parlamento altamente dividido, ningún otro partido parece tener los votos necesarios para construir una mayoría estable.
De fracasar los tres intentos, el presidente deberá nombrar un Gobierno interino y convocar elecciones anticipadas, que serían las octavas en apenas cuatro años. En ese contexto, medios locales señalan a Raya Nazaryan, presidenta del Parlamento y figura prominente de GERB, como la principal opción para encabezar el gabinete provisional.
La crisis política llega además sin un nuevo presupuesto para 2026, luego de que GERB anunció que no impulsará el proyecto en curso. De mantenerse esta situación, Bulgaria entrará a la eurozona el 1 de enero operando con una prórroga del presupuesto 2025, a la espera de que un nuevo Gobierno logre aprobar un paquete fiscal definitivo.