Personas con discapacidad pudieron vivir y sentir la tradición potosina de la Procesión de Silencio, gracias a la instalación del Pabellón de Inclusión que colocó el DIF Municipal capitalino.

Al área exclusiva para discapacitados acudieron personas de la tercera edad, de talla baja, con problemas de movilidad, entre otros.

En la Procesión del Silencio se generó un ambiente inclusivo, familiar y seguro para los potosinos y turistas que se dieron cita en el primer cuadro de la ciudad.

Esta procesión, es única en el país al representar las 14 Estaciones del Viacrucis y los Cinco Misterios Dolorosos del Santo Rosario, participaron en ella miembros de 31 cofradías conformadas por niños, jóvenes y adultos.