Cdmx., viernes 12 de diciembre de 2025.- Football Supporters Europe (FSE), la organización que agrupa a miles de aficionados en todo el continente, pidió a la FIFA detener de inmediato la venta de entradas asignadas a las federaciones nacionales rumbo al Mundial 2026, al denunciar un incremento “históricamente alto” en los precios.
La asociación señaló que los boletos destinados a las Asociaciones Miembro Participantes (PMA) —que suelen distribuirse entre los seguidores más fieles de cada selección— alcanzan cifras sin precedentes. Según la información recopilada por la FSE, si un aficionado decide acompañar a su selección desde el debut hasta la final mediante esta asignación, tendría que pagar al menos 6,900 dólares, casi cinco veces más que lo requerido para seguir todo el torneo en Qatar 2022.
Además, el organismo advirtió que los hinchas deberán desembolsar la totalidad del monto a principios de 2026 para asegurar su presencia en todos los partidos, una exigencia que calificó de desproporcionada.
Otro punto criticado es la eliminación de la categoría 4 —la de menor costo— para los aficionados que compran a través de sus federaciones. Según FSE, la FIFA reservó esos boletos para la venta general bajo un esquema de precios dinámicos, lo que consideran “una traición monumental a la tradición del torneo” y un golpe directo a quienes históricamente han llenado los estadios.
La organización también cuestionó la introducción del sistema de precios variables en la fase de grupos, donde el costo dependerá del “atractivo percibido” de cada partido. Esto provocaría que aficionados de distintos países paguen tarifas distintas por la misma categoría y en la misma etapa del torneo, algo que la FSE califica como un proceso opaco ante la ausencia de una estructura clara de precios.
Frente a este escenario, Football Supporters Europe instó a la FIFA a suspender la venta de boletos asignados a las PMA, abrir un proceso de consulta con todos los sectores involucrados y reevaluar tanto los precios como la distribución de categorías. El objetivo, señalaron, es encontrar una solución que “respete la tradición, la universalidad y el significado cultural de la Copa del Mundo”.