Comienza a propagarse el corredor de tiendas de origen chino en el primer cuadro de la ciudad, donde se ha generado una competencia desleal hacia algunos comerciantes de la zona, que poco pueden hacer para competir con los precios que ofertan estos establecimientos. Estos venden productos de moda, incluyendo motocicletas eléctricas de bajo costo, y tienen en el Jardín de San Juan de Dios su amplio repertorio.
Tan solo en la zona centro de la capital del estado se ubica una decena de tiendas que ofrecen desde artículos de belleza, papelería, bisutería, hasta aparatos electrónicos. El éxito de estas tiendas se centra principalmente en los bajos costos para los consumidores, que pueden ser hasta un 30 por ciento menores que los del comercio local. Sin embargo, la garantía es prácticamente nula o se limita a un par de días para cambios o devoluciones, si los propietarios acceden a este reembolso.
Locales de más de 100 metros cuadrados ofrecen a los visitantes del centro histórico una amplia gama de productos, principalmente de plástico y de calidad cuestionable. Por ejemplo, un ventilador de tres posiciones puede costar hasta ochocientos pesos, un precio ínfimo en comparación con los ventiladores de establecimientos del comercio formal en el centro histórico.
En cuanto a la garantía de los productos, el personal señala que una vez que la mercancía sale de la tienda, no hay garantías. La recomendación al cliente es revisar muy bien el producto antes de pagarlo. En otro establecimiento, únicamente los aparatos electrónicos cuentan con una garantía de 4 días, presentando el ticket de compra. Respecto a las motocicletas, aseguran que son duraderas y resistentes; sin embargo, no se mencionan refacciones, ya que son productos considerados desechables.
Además de la venta a bajos costos de estos artículos, también destaca la venta de productos que, por su uso, deberían estar regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, como maquillajes o productos para la belleza facial. Al eludir las regulaciones sanitarias, se expone a los consumidores a riesgos, ya que estos productos están regulados en el mercado nacional.