Acceso de animales a iglesias potosinas: Debate y Restricciones

A pesar de que el Papa Francisco les abriera las puertas.

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Redacción

- sábado, agosto 31 de 2024

Ante el aumento de la adopción de animales de compañía como integrantes cada vez más activos de la sociedad, que han ganado derechos para su protección, surge un importante dilema para la Iglesia Católica en San Luis Potosí. A pesar de los dichos del Papa Francisco, quien ha aceptado a los animales en las iglesias, muchas congregaciones han limitado su acceso a los templos.

El Papa Francisco, en 2014, abrió la puerta a la presencia de mascotas en las iglesias al afirmar en un mensaje: “Hermanos y hermanas, es para mí de suma importancia que sepan que nuestras amadas mascotas podrán compartir el tiempo con el Señor, ya que, según conversaciones con el Espíritu Santo, se ha decidido que nuestros amigos de cuatro patas entren al templo para recibir a Jesús en sus corazones”.

No obstante, el Vaticano ha establecido que los dueños de animales deben llevar aditamentos de limpieza y controlar el ruido para no interrumpir la misa. Esta normativa ha generado dudas en algunas iglesias potosinas sobre si permitir o negar el acceso a los animales.

Aunque la Iglesia expresa su amor por los animales, celebrando incluso el 17 de enero como el día de San Antonio Abad, protector de los animales, ha cuestionado el rol de los animales domésticos como sustitutos de los hijos. El Papa Francisco ha criticado este fenómeno, señalando en la Audiencia General del 5 de enero de 2022 que cuando “los perros y los gatos ocupan el lugar de los niños”, se pierde la riqueza de la paternidad y la maternidad.

El 18 de mayo de 2023, el Papa Francisco manifestó su impaciencia con una mujer que trataba a su mascota como a un hijo. A principios de año, también había criticado la preferencia por mascotas sobre la procreación durante el Foro de Estados Generales de la Natalidad en Italia.

En San Luis Potosí, algunos templos han decidido negar el acceso a los animales debido a problemas como ruidos y necesidades dentro del recinto, generando un debate sobre su inclusión. Este tema ha causado alejamiento de feligreses por la percepción de falta de empatía hacia los animales. Hasta el momento, ninguna autoridad parroquial ha emitido una postura oficial sobre el acceso o restricción de los animales a los templos, aunque ha aumentado la aparición de letreros que prohíben su entrada.