Tras haber sido dictado por un juez federal la prohibición de acceso a menores de edad a las corridas de toros en la capital Potosina, miembros de la asociación Tauromaquia Capítulo San Luis Potosí, expresaron que está acción fue llevada a cabo de forma arbitraria, ya que como miembros activos de la actividad ganadera y taurina no pudieron presentar un alegato o defensa legal ante tal dictaminación, la cual acusan que fue tomada unilateralmente, ya que solamente fueron notificados de dicha determinación legal, explicó el Ingeniero Manuel Labastida Aguirre, presidente de dicha organización.
Asimismo, señaló que a ninguna organización taurina dentro del estado se les informó de dicho proceso y solamente fueron comunicados de la determinación federal, por lo que se encuentran dispuestos a presentar bajo los términos legales que sean competentes un alegato, ya que esta determinación afectaría tanto a los dueños de la plaza de toros, así como a familias y jóvenes de 17 o 16 años que voluntariamente quieran ingresar a dicho evento, puntualizó el Ing. Labastida.
Por su parte el Lidiador potosino Fermín Rivera expresó que existe una preocupación por parte del gremio taurino, ya que esto puede ser el preámbulo para mayores prohibiciones similares, debido a que no se toma el contexto general de lo que significa la fiesta brava explicando que carece de argumento dicha resolución, ya que no se tomó en cuenta lo que la propia fiesta brava implica en términos reales, y que dichas situaciones están basadas en mentiras o falsedades, tales como el generar un entorno violento para los menores de edad.
Por otro lado subrayó que los argumentos expresados por distintas asociaciones civiles como el sufrimiento animal están erróneas, porque si bien la fiesta culmina con la muerte del toro, por en relación a la crianza el proceso ganadero es lo más óptimo posible, “el toro de lidia vive los 4 o 5 años en su proceso de crianza mucho mejor que otros bovinos en todo el mundo”, también enfatizó que durante el proceso de la fiesta brava muere el menor número de animales, ya que los demás viven en la ganadería, puesto que por cada toro que se lidia en una plaza hay 8 o 9 más en los ranchos, situación que no es contemplada bajo estas acusaciones.
