Grabar Pinocho en GDL, más complicado, pero valió la pena: Del Toro – Momento San Luis Potosí

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Archivo El Momento

- sábado, junio 18 de 2022

GUADALAJARA, Jal., 18 de junio de 2022.- A unos meses de que se estrene Pinocho, en la plataforma de Netflix, Guillermo del Toro, uno de los directores de este musical animado en stop motion habló sobre una parte del proceso de realización que se llevó a cabo en su tierra natal: Guadalajara.

En el penúltimo día del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) hizo presencia el ganador del Oscar a través de una entrevista previamente grabada y realizada por Estrella Ariza, directora de este evento. 

Para adentrarse en el tema, el director de cine explicó el por qué tomó el reto de realizar esta nueva versión del cuento clásico escrito por Carlo Collodi. 

“Hay ciertos personajes. Diez, 15 personajes en el historia de la literatura que puedes hacer tanta variaciones como quieras y son personajes que incluso la gente que no ha leído novelas está familiariza con los principios de del personaje: Sherlock Holmes, Pinocho, Drácula, Frankenstein, es decir, aunque no hayan leído la novela del universo de Pinocho, se presta. Esos personajes puedes hacerlos en el futuro en ciencia ficción, los puedes hacer en el pasado, los puedes usar en la política, los puedes usar en una disertación de la mentira y la verdad. Un vampiro puede ser una metáfora del capitalismo, puede tener un evento erótico, puede tener un evento social, etc… Pinocho puede ser uno de esos muy selectos personajes que admiten nuevas versiones de acuerdo a cada voz que quiere cantar esa canción”, defendió Del Toro.

Quadratín Jalisco

Guillermo platicó sobre sus inicios en este mundo del stop motion que de alguna manera fue lo que lo impulsó a regresar a esas raíces. 

“Hace muchos años cuando yo empecé, empecé con animación en plastilina en súper 8, pero primeros pininos. Luego con Rigoberto Mora hicimos pininos con la plastinila también en comerciales, en pequeños cortos. Y luego vino de ahí una generación muy fuerte que está presente ahorita como eventos creativos en Guadalajara, creo yo que de vanguardia en stop motion y de animación en México”. 

Del Toro es un defensor del talento mexicano y para esta cinta que saldrá en diciembre no fue la excepción, porque aunque se tuvo que construir de cero muchas de las cosas, esto no lo detuvo. 

“Me parece que uno de los momentos importantes para mí fue… una vez que la Forma del Agua ganó el Oscar, pensé que podríamos empujar para que se creara un taller de animación en regla en Guadalajara con todos los elementos que se necesitan: buena óptica, luces, foros y la propuesta era si se pueden traer producciones internacionales y apoyar a producciones locales, claro este taller es independiente a mí, pero me da mucho gusto que pude ofrecer para estimular la creación del taller, la creación de varios minutos en Pinocho  por animadores tapatíos y fue un proceso largo, no solo construir los locales que estuvimos buscando, capacitar a la gente para crear armaduras de manera técnicamente más complicada, actualizar todos los elementos técnicos a los que no se podía acceder en México o en Guadalajara tan fácilmente y eventualmente un proceso de selección, como casting”. 

Aunque sabía que podía hacer esta cinta en otro país donde se contara con todo lo indispensable, no fue opción, el taller del Chucho tenía que comenzar a explotar todo el talento del Estado. 

“Es más difícil para nosotros haber filmado en Guadalajara, pero valió la pena para mí, porque el amor que tengo por la animación no es una cosa pasajera. Fue mi primera amor en Súper 8, las primeras cositas que hice en Súper 8 eran malísimos stop motion”. 

“Es defender el origen  de lo que yo creía que era el cine. Para mí ha sido un regreso muy largo. Hace aproximadamente 14 o 15 años al terminar El Laberinto (del Fauno) me planteé una idea que he logrado hacer que es: voy a volver a la animación, pero voy a dejar una curva muy grande. Yo quiero seguir dirigiendo animación. En el caso de Pinocho fueron 15 años hacerla”, añadió. 

Aunque solo una parte de toda esta cinta fue realizada en Jalisco, es la pieza clave.  

“Era muy importante para mí que los títeres principles de la película los tocarán manos tapatías de animación, es decir, me interesaban que estuvieran con Pinocho, con el Grillo, con todo este mundo del mas allá que es la secuencia principal de hecha en Guadalajara, la de los Conejos Negros, pero sí me interesaba mucho que se pudiera eso”.

STOP MOTION VS PACIENCIA 

Este tipo de arte es muy complejo, tanto que pone a reto a cualquiera, porque para poder crear tan solo segundo de grabación puede tardar horas y así lo explicó el director de Cronos. 

“La técnica es muy sencilla de explicar, pero es muy difícil de concebir. Lo increíblemente difícil que es. En un movimiento complejo humano tenemos varios vectores. Muevo una mano, luego la otra (hace las señas), muevo los hombros. Tengo que vender gravedad, peso y en a nivel secundario personalidad. Todo eso es el stop motion cuadro por cuadro, 24 cuadros reeditados te dan un segundo de película. Para crear personalidad, para crear pensamiento, para animar, ¿qué quiere decir?, darles alma a estos títeres profundamente complejos(…) es una técnica difícilmente compleja, tardada, no fácil de producir, muy compleja. Estar grabando en 60 y tantos sets al mismo tiempo, es muy complicado y queremos mantenerla viva”.

“Es un verdadero arte porque no estás recreando, estar creando una realidad que nunca existió. Cuando exhala, no tienen pulmones, cuando el aire les mueve el pelo, el pelo lo mueves tú, no hay viento. Es hermosisimo”. 

Dejó claro que para entrar en este mundo no es fácil sobre todo si no se tiene la paciencia necesaria. 

“Justamente yo no animo porque no tengo paciencia. Me acuerdo cuando Rigo y yo empezamos a mimar juntos yo me desesperaba como los cinco días decía: ‘ya no, tú síguele’. Él cielorraso fue el que animó lo importante yo hablaba, dirigía”. 

Expuso que no sabe cómo vayan a aceptar esta nueva versión, pero deja claro que en esta cinca, como en todas plasma mucho de lo que él es, sin estacar a los personajes en ser humanos, títeres y que no fueran a favor de las buenas costumbres porque “para ser quien eres no debes traicionar tu naturaleza”, concluyó.