Cdmx., martes 30 de diciembre de 2025.- El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta progresivamente al cerebro, provocando la pérdida de la memoria y de habilidades cognitivas como el razonamiento, el pensamiento y la capacidad de recordar. Generalmente se presenta en adultos mayores, aunque también existen casos de inicio temprano asociados a factores genéticos.
De acuerdo con información del National Institute on Aging (NIH), pese a décadas de investigación, las causas exactas del Alzheimer aún no han sido esclarecidas. No obstante, diversos estudios han permitido identificar factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, el entorno y la genética, lo que ha abierto nuevas líneas de investigación para comprender el origen de la enfermedad.
En años recientes, científicos han detectado similitudes entre el Alzheimer y la periodontitis crónica, una enfermedad de las encías. Investigaciones han señalado la presencia de la bacteria Porphyromonas gingivalis, patógeno asociado a problemas periodontales, en el cerebro de personas diagnosticadas con Alzheimer, lo que ha despertado el interés de la comunidad científica.
El director científico de Alzheimer’s Research UK, David Reynolds, explicó que si bien anteriormente se había identificado esta bacteria en cerebros con Alzheimer, aún no está claro el papel que desempeña en el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, los estudios también detectaron niveles elevados de amiloide, una proteína característica del Alzheimer, lo que refuerza la necesidad de continuar con las investigaciones.
Como parte de estos trabajos, investigadores realizaron experimentos en ratones infectados con P. gingivalis, a los que se les administró un fármaco diseñado para atacar la acumulación de amiloide. Los resultados fueron alentadores, ya que el medicamento mostró efectos positivos, lo que representa un avance relevante tras años sin nuevos tratamientos efectivos contra esta enfermedad.
Además, los científicos identificaron la presencia de enzimas tóxicas conocidas como gingipainas, producidas por estas bacterias, las cuales se relacionan con proteínas asociadas al Alzheimer, como Tau y ubiquitina. Dichas sustancias también fueron encontradas en cerebros de personas fallecidas que no habían sido diagnosticadas con Alzheimer.
Pese a estos hallazgos, los especialistas subrayan que aún no se puede determinar si la demencia conduce a un deterioro en el cuidado bucal o si la infección por P. gingivalis podría desencadenar el Alzheimer. No obstante, el descubrimiento refuerza la importancia de seguir explorando esta relación como una posible vía para el desarrollo de futuros tratamientos contra esta enfermedad degenerativa.