San Luis Potosí, SLP., martes 23 de diciembre de 2025.– El uso de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial en el entorno laboral se ha expandido de manera acelerada en plataformas digitales, fábricas automatizadas y grandes corporaciones, modificando los mecanismos de supervisión, evaluación y organización del trabajo. Sin embargo, especialistas en la materia advierten que esta transformación tecnológica también representa riesgos relevantes para los derechos laborales en México.
De acuerdo con el especialista en derecho laboral Jorge Sales Boyoli, socio del despacho Sales Boyoli, estas herramientas permiten monitorear de forma constante la actividad de las personas trabajadoras, desde movimientos y pausas hasta la toma de decisiones, lo que deriva en esquemas de productividad extrema y procesos automatizados poco transparentes.
El experto señaló que los algoritmos se han convertido en una nueva forma de control laboral, al calcular productividad en tiempo real, asignar tareas de manera automática y sancionar desviaciones mínimas del rendimiento esperado. En muchos casos, dijo, los empleados desconocen cómo se toman las decisiones que impactan directamente en sus horarios, evaluaciones o incluso en la terminación de su relación laboral.
Si bien la reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de plataformas digitales, publicada en diciembre de 2024, incorporó por primera vez referencias al uso de algoritmos, el marco jurídico laboral aún carece de disposiciones específicas para regular la gestión algorítmica del personal, la vigilancia digital y la toma de decisiones automatizadas, lo que genera un vacío legal que deja a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad.
Sales Boyoli advirtió que este escenario también representa un reto para la Inspección Federal del Trabajo, ya que los sistemas algorítmicos no dejan evidencias visibles durante las visitas tradicionales de verificación y requieren auditorías técnicas especializadas. Ante ello, subrayó la urgencia de actualizar la legislación laboral y los mecanismos de inspección para incorporar principios de transparencia algorítmica, derecho a la explicación y control humano, a fin de evitar la erosión de derechos fundamentales en el entorno laboral.