Amenaza flor china con desplazar al tradicional cempasúchil mexicano

Productores nacionales registran pérdidas económicas por semilla híbrida.

Por

Ernesto García

- sábado, noviembre 1 de 2025

San Luis Potosí, S.L.P., sábado 1 de noviembre de 2025.– La flor de cempasúchil, tradicional en las festividades de día de muertos, enfrenta un nuevo reto: la irrupción de una semilla híbrida proveniente de China, conocida comercialmente como marigold. Aunque se vende en maceta y requiere menos agua, sus flores son más pequeñas, de color opaco y carecen del aroma característico del cempasúchil mexicano. Además, sus semillas modificadas no germinan correctamente, lo que amenaza con desplazar a la especie nativa.

En un contexto de crisis agrícola, donde los costos de producción de granos y semillas han caído drásticamente, la entrada masiva de la flor china representa un riesgo para los productores nacionales. Su uso puede provocar pérdidas económicas y el desplazamiento de la planta tradicional, afectando no solo al campo, sino también al patrimonio cultural del país.

San Luis Potosí es una de las entidades con mayor producción de cempasúchil. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (Sedarh), el estado genera 797 toneladas de esta flor, con un valor aproximado de 7.8 millones de pesos. Los municipios de Mexquitic de Carmona y Soledad de Graciano Sánchez encabezan la lista de productores, aunque también destacan Ahualulco, Santa María del Río, Villa de Reyes, Villa de Arista, Tierra Nueva, Moctezuma, Matehuala, Cedral y la capital potosina.

Durante octubre y noviembre, los campos potosinos se llenan de color para abastecer los mercados locales y regionales. Parte de la producción incluso se exporta a países como India, Corea, Japón e Indonesia, donde el cempasúchil mexicano es apreciado tanto por su simbolismo como por su calidad ornamental.

No obstante, los productores locales han enfrentado un año complicado. Las lluvias torrenciales, seguidas por periodos de sequía, dañaron gran parte de las cosechas. Algunos agricultores reportaron pérdidas de hasta el 50 por ciento de su producción. “El clima nos afectó mucho; hubo campos que no dieron flor o que se echaron a perder antes de cortar”, relatan campesinos de Soledad y Mexquitic.

En los tianguis y mercados potosinos, los precios varían según la presentación. Los ramos con 15 flores se ofrecen desde 50 pesos, los arreglos florales rondan los 200 pesos y las macetas llegan a costar 190 pesos. Aunque las ventas se han mantenido estables, los vendedores reconocen su preocupación por la creciente presencia de la flor híbrida. “Se ve igual, pero no huele igual. Y eso, la gente lo nota”, dicen comerciantes del Mercado República.

Pese a las dificultades, los cultivadores potosinos siguen apostando por la semilla nativa. Para muchos, mantener viva esta flor significa preservar una herencia cultural que ha resistido siglos. Su color y su aroma no solo decoran los altares: son la manifestación de una identidad que florece año con año, incluso frente a la adversidad.
El cempasúchil potosino, con su fragancia, sigue marcando el camino de los muertos, pero también el de los vivos: el de quienes luchan por conservar la tradición frente a las amenazas del mercado global, la crisis climática y el olvido institucional.