San Luis Potosí, S.L.P., jueves 16 de octubre de 2025.– Alumnos de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) realizaron una manifestación este miércoles para exigir mayores medidas de seguridad dentro y fuera de las instalaciones, mejor mantenimiento en los sanitarios y el derecho a realizar ventas internas como apoyo económico ante los horarios prolongados de clases.
Fernando Hernández de la Torre, estudiante de séptimo semestre de la licenciatura en Químico-Farmacobiólogo, explicó que la comunidad estudiantil enfrenta constantes robos y asaltos tanto en el estacionamiento como dentro del plantel. “Se han robado carros, han roto vidrios y hasta han asaltado a compañeros dentro de los departamentos. Pedimos seguridad real, no solo presencia temporal cuando protestamos”, señaló.
Además, los jóvenes demandaron el abastecimiento regular de papel higiénico, jabón y toallas en los baños, así como la apertura del edificio O para garantizar el acceso a sanitarios funcionales. Denunciaron que estas deficiencias afectan la higiene y el bienestar de cientos de estudiantes.
Otro punto central de la protesta fue la reciente prohibición de las ventas estudiantiles dentro de la facultad, medida implementada con base en las Disposiciones de Carácter General para el Control de Ventas Informales en la UASLP. Los alumnos afirman que esta restricción vulnera su derecho al emprendimiento y los priva de una fuente de ingreso. “Muchos no tenemos tiempo para conseguir trabajo fuera, pasamos aquí de siete de la mañana a ocho de la noche. Vender nos ayuda a sostener los gastos de transporte, copias y materiales”, comentó Hernández.
El grupo entregó un oficio dirigido a la directora de la facultad, Dra. Alma Gabriela Palestino Escobedo, y a la secretaria general, Mtra. Guadalupe Alejo González, en el que solicitaron formalmente seis puntos: reforzar la seguridad en el campus, garantizar insumos sanitarios, permitir el acceso libre a los edificios, autorizar la venta estudiantil dentro de las instalaciones, suspender revisiones a mochilas y replantear las cláusulas del nuevo reglamento que califican estas actividades como actos de indisciplina.
Los manifestantes dieron un plazo de cinco días hábiles a las autoridades universitarias para recibir una respuesta y advirtieron que mantendrán su movimiento de forma pacífica. “Queremos diálogo y soluciones, no que nos traten como delincuentes por vender papas o dulces. Pedimos respeto, seguridad y condiciones dignas”, concluyó el estudiante.