San Luis Potosí, S.L.P., viernes 26 de septiembre de 2025. – El presidente del Consejo de la Alianza 4.0, Fernando Ibarra, advirtió que la industria automotriz en la entidad atraviesa un periodo de incertidumbre debido al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, la falta de cumplimiento de reglas de origen por parte de algunas armadoras y el lento avance de la electromovilidad.
Durante un encuentro con medios, Ibarra explicó que empresas como Audi y BMW enfrentan presiones por no cumplir con los porcentajes de contenido regional, lo que ha obligado a diseñar estrategias más agresivas de localización y desarrollo de cadenas de suministro en México. “Estamos hablando de cifras muy grandes. No se están vendiendo los vehículos con los volúmenes que se habían estimado. La electromovilidad no ha entrado como se esperaba y, con los aranceles, el consumidor lo piensa dos veces antes de comprar un auto nuevo”, señaló.
El dirigente empresarial advirtió que ya se registran plantas paradas y procesos de reconfiguración global que afectan directamente a San Luis Potosí. “Habrá empresas que no van a poder competir ni ajustarse, lo que puede derivar en desempleo, aunque también llegarán nuevas inversiones que absorberán parte de esa capacidad laboral”, dijo, al poner como ejemplo el reciente movimiento de Nissan en Cuernavaca.
Respecto a la revisión del T-MEC, Ibarra sostuvo que el proceso de consultas es positivo porque permitirá definir un nuevo esquema económico para los próximos 30 años. Sin embargo, expresó dudas sobre el respeto de Estados Unidos a lo pactado: “Aún con el tratado vigente, el gobierno estadounidense tomó medidas unilaterales y arbitrarias, como los aranceles globales, que incluso su Suprema Corte consideró ilegales. Aun firmando un nuevo acuerdo, existe el riesgo de que vuelvan a desconocerlo”, advirtió.
Sobre la consulta ciudadana anunciada para el proceso de negociación, el líder empresarial se mostró a favor y pidió que los expertos tengan un papel protagónico: “Celebro que se integren todos los actores económicos. No debe ser un tratado gris, sino un acuerdo claro y específico donde hablen los técnicos y no los políticos”.
Finalmente, planteó que la principal propuesta del sector empresarial será la garantía de un marco legal sólido que dé certidumbre a las inversiones. “Sin reglas claras, difícilmente un empresario arriesga su dinero. La industria de manufactura requiere certezas porque son inversiones de muy largo plazo, de décadas, incluso de más de un siglo”, concluyó