La prioridad del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no es salvar vidas sino salvarse a sí mismo, sin mácula, en el altar de la posteridad.
La prioridad de Andrés Manuel López Obrador es su imagen. Poco o nada le importa al Presidente el grado de terror que viven los pobladores de zonas dominadas por bandas del crimen organizado.
“No estoy de acuerdo con la vía violenta, soy pacifista, aunque se burlen, voy a seguir diciendo, abrazos, no balazos” (video https://youtu.be/5IwSbncEnLs).
Señaló el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas que no va a caer en la provocación de sus “adversarios” al enfrentar a los criminales con el uso legal de la fuerza pública, como reclaman habitantes de Aguililla Michoacán y toda la zona de Tierra Caliente.
Así que los pobladores quedan a disposición de los enfrentamientos entre las bandas criminales Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación y más, igual que en Guanajuato, Tamaulipas, Sonora y Chihuahua, entre otros.
Y podrán de nuevo ir a apedrear al cuartel militar del general Luis Crescencio Sandoval, los criminales no tienen de qué preocuparse, el Ejército permanecerá postrado de hinojos.
Peor aún, Andrés Manuel llamó a los pobladores de Tierra Caliente, a agricultores, a comerciantes y religiosos a ayudar a la paz. Así que debemos entender que es la ausencia de colaboración ciudadana la provocadora de esta situación de extrema violencia.
El crimen organizado controla servicios, alimentos, accesos, energía, agua y todo lo que se imagine para tener a las población totalmente subyugada. La tesis del presidente es que una parte de la población fue utilizada por una de las bandas para atacar el cuartel del Ejército con cohetones y un camión de la basura que derribó el portón.
Obviamente de esto no presentó pruebas, pero digamos que hay probabilidad de que ocurra, causa que no le quita vileza al argumento, totalmente inmerecido para los ciudadanos.
Debemos entender que el presidente prefiere el sacrificio de los pobladores a manos del crimen, antes de lo que considera una mancha en su currículum por el uso de la violencia.
El apóstol podría ser bajado del altar de la posteridad por la mácula de una acción de este tipo. Su prioridad no es salvar vidas sino salvarse a sí mismo.
En el pasaje bíblico de la mañanera de este martes, Andrés Manuel prácticamente sentenció que dejará al país a la deriva de los criminales porque se mantiene en el “abrazos no balazos aunque se burlen”, que no le gusta el “matenlos en caliente”, que no es Enrique Peña Nieto ni Felipe Calderón Hinojosa, “no me gustan las masacres ni las torturas”.
En realidad la burla es de él. Burla de presidente.
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