Antojitos con historia: el sabor de la Independencia en cada platillo

Pozole, pambazos y chiles en nogada protagonizan las fiestas patrias.

Por

Redacción

- martes, septiembre 16 de 2025

San Luis Potosí, S.L.P., lunes 15 de septiembre de 2025.- Cada 16 de septiembre, México se viste de fiesta para conmemorar el inicio de la lucha por su independencia. En la madrugada de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla lanzó el llamado “Grito de Dolores”, un acto que marcaría el comienzo de una lucha que cambiaría para siempre el destino del país. Más de dos siglos después, el espíritu de libertad sigue vivo no solo en las plazas y desfiles, sino también en las cocinas, donde los antojitos típicos se convierten en protagonistas de esta celebración nacional.

Tacos dorados, enchiladas, pambazos, pozole y chiles en nogada son solo algunos de los platillos que, año con año, se preparan en hogares y fondas de todo el país. En cada mordida se encuentra una mezcla de historia, identidad y tradición, pues muchos de estos alimentos tienen raíces prehispánicas que fueron adaptadas durante el virreinato y enriquecidas con el paso del tiempo.

Mientras los colores de la bandera ondean en calles y balcones, los aromas del maíz, el chile y el comal caliente envuelven a quienes se acercan a los mercados o puestos ambulantes. El pozole, platillo que algunos historiadores sitúan en ceremonias mexicas, se sirve con carne de cerdo, lechuga, rábanos y orégano, creando un festín visual y gastronómico digno de la fecha.

La historia también se cuenta con los sabores: los pambazos, inspirados en el pan de las clases populares del siglo XIX, se fríen y se rellenan con chorizo y papa; mientras que los chiles en nogada, con su peculiar mezcla de picadillo, nuez y granada, recuerdan el primer imperio mexicano, pues fueron creados para agasajar a Agustín de Iturbide en 1821.

Así, entre recuerdos históricos y recetas llenas de sazón, los antojitos mexicanos no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma patriota. Porque en México, la independencia también se celebra con el corazón… y con el paladar.