Durante la sesión ordinaria número 35 del Congreso del Estado, se propuso que, en relación a quien imparta u obligue a otra persona a recibir terapias cuyo fin sea anular, obstaculizar, modificar o menoscabar la expresión o identidad de género, al igual que la orientación sexual de una persona, mejor conocidas como terapia de conversión, sería adicionada al Código Penal del Estado en el Capítulo V, el cual es denominado Terapia de Conversión, así como el artículo 182 BIS al Título Tercero con el fin de penalizar estas acciones.

La diputada Nadia Esmeralda Ochoa Limón explicó que se buscará sancionar con dos a cinco años de prisión a quien resulte participe con una condena de entre dos a cinco años de prisión, así como una sanción pecuniaria que va de doscientos a quinientos días del valor de la unidad de medida y actualización (UMA), así como de aprobarse esta propuesta, dicho delito será perseguido por querella.

La legisladora señaló que, a pesar de que desde los años 70’s desde la Asociación Americana de Psiquiatría se haya eliminado la homosexualidad como un trastorno mental definido, no se haya realizado alguna legislación que ponga fin a estas prácticas, ya que estas son equiparables a la tortura, pues en las terapias de conversión se emplean métodos como violencia física, verbal, moral, psicoemocional, tratos crueles o degradantes que atentan directamente a la integridad y dignidad humana.

Esta propuesta fue turnada a la Comisión de Derechos Humanos y Equidad de Género.