Registra la entidad 28 malformaciones en 2º trimestre de 2025

La principal razón es la falta de cobertura de salud reproductiva.

Por

Paola Torres

- viernes, agosto 22 de 2025

San Luis Potosí, S.L.P., viernes 22 de agosto de 2025.- San Luis Potosí ocupa una posición intermedia en el mapa nacional de defectos al nacimiento, con 28 casos registrados en el segundo trimestre de 2025 y una tasa de incidencia de 110.8 por cada 100 mil recién nacidos vivos. Aunque no figura entre las entidades con mayor carga —como Yucatán, Morelos o Aguascalientes— tampoco se encuentra entre las de menor incidencia. Esta ubicación revela una realidad compleja: los defectos congénitos en el estado no son un fenómeno marginal, sino una expresión de desigualdades persistentes en el acceso a la salud y al monitoreo prenatal oportuno.

La principal razón detrás de esta incidencia es la falta de cobertura efectiva en los servicios de salud reproductiva. El informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento (SVEDAN) muestra que en San Luis Potosí hay madres que no consumieron ácido fólico o lo hicieron fuera del periodo recomendado, lo que se vincula directamente con malformaciones como el labio y paladar hendido, la anencefalia y el mielomeningocele. A nivel nacional, el 29% de las madres se encuentran en esta categoría de riesgo, y en los casos donde el suplemento se tomó después del primer trimestre, el defecto más frecuente fue el labio y paladar hendido.

La atención prenatal también presenta brechas significativas. Aunque el promedio nacional fue de siete consultas por embarazo y el 71.1% de las madres recibió al menos una en el primer trimestre, San Luis Potosí aparece en la gráfica de consumo de ácido fólico con indicadores que sugieren una cobertura insuficiente. Además, solo el 44.8% de los casos fueron detectados por ultrasonido antes del nacimiento, lo que limita las posibilidades de intervención temprana y preparación médica especializada.

Los defectos más frecuentes en el estado, según los patrones nacionales, son los craneofaciales y del tubo neural. El labio y paladar hendido encabeza la lista, seguido por microcefalia, macrocefalia, microtia, mielomeningocele, displasia del desarrollo de la cadera y anencefalia. Todos estos están estrechamente relacionados con factores prevenibles, como la nutrición materna, la edad gestacional, la exposición a tóxicos y el control médico durante el embarazo.

Otros factores que inciden en la aparición de estos defectos incluyen la edad materna extrema —menores de 20 o mayores de 35 años—, que representó el 34.4% de los casos de labio y paladar hendido y el 30.8% de los de mielomeningocele. También se identificaron antecedentes de enfermedades crónicas como diabetes y obesidad en el 14.8% de los casos, consumo de sustancias adictivas en el 10.2%, y exposición a medicamentos o agentes tóxicos en el 7.8%. Aunque estos datos no se desglosan por entidad, su presencia en los registros nacionales permite inferir su impacto en San Luis Potosí.

La posición del estado frente a otras entidades refuerza esta lectura. San Luis Potosí se encuentra por debajo de Jalisco, Ciudad de México, Veracruz e Hidalgo, pero por encima de Michoacán, Tlaxcala, Sinaloa, Coahuila y Tabasco. Comparado con Oaxaca, Chiapas, Nayarit y Durango —todos con tasas inferiores a 83 casos por cada 100 mil nacimientos—, San Luis Potosí mantiene una vigilancia activa, aunque con áreas claras de mejora.