San Luis Potosí, miércoles 9 de julio de 2025.- Texas enfrenta una de las peores emergencias por inundaciones en su historia reciente. Al menos 110 personas han fallecido y se reportan 170 desaparecidas tras las lluvias torrenciales que azotaron el estado el 4 de julio.
El condado de Kerr, una zona rural conocida por albergar campamentos infantiles a lo largo del río Guadalupe, fue el más afectado. La rápida crecida del río, que subió de 4.2 a 9 metros en una hora, anegó cabañas y tiendas en Camp Mystic, donde murieron 27 personas, incluidos menores, consejeros y el director del sitio. Cinco personas siguen sin ser localizadas.
Muchos sobrevivientes fueron hallados en árboles, sin zapatos, tras intentar huir por colinas rocosas y mojadas. Testimonios señalan que los encargados del campamento no contaban con capacitación ni radios de comunicación, y que la política de “no pantallas” impidió recibir alertas a tiempo.
A pesar de las condiciones, el campamento había sido aprobado dos días antes por inspectores estatales. Mientras tanto, continúan las tareas de rescate en condiciones difíciles, y se teme que la llegada de más agua obstaculice los esfuerzos de búsqueda.
El gobierno estatal ha evitado pronunciarse sobre responsabilidades, mientras el debate sobre los recortes federales a sistemas de emergencia se intensifica. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que el apoyo federal ha sido brindado, pero que la gestión de desastres corresponde al estado.