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Redacción/11 noviembre 2019.- Las zonas áridas de México abarcan un 65% del territorio nacional, contienen una enorme riqueza biológica y cultural, la mitad de las plantas son originarias de México y sobre muchas de ellas existen conocimientos locales y tradicionales, por lo que en el Consorcio de Investigación Innovación y Desarrollo en Zonas Áridas (CIIDZA) se estudian aplicaciones científicas que puedan tener ciertos frutos de los desiertos.
Daniela Joyce Trujillo, investigadora Cátedra-CONACYT adscrita al Consorcio, indica que las frutas de cactáceas poseen un gran potencial para el desarrollo sostenible del país. Agrega que se encuentra estudiando las propiedades de la pitaya y el garambullo, las cuales son ricas en fibras, proteínas, ácido ascórbico, betalaínas y bioactivos.
“Se han descrito que existen 24 cactáceas con frutos comestibles, la más comercializada a nivel nacional y mundial es la tuna que tiene un alto nivel nutricional. Sin embargo, hay otros frutos de importancia cultural y socioeconómica con aplicaciones en salud, alimentación y cosmética que estamos estudiando”, agrega Joyce Trujillo.
La doctora en Ciencias Biológicas estudia compuestos de estos frutos para encontrar aplicaciones de salud y combatir enfermedades como cáncer, diabetes, presión elevada, protección contra el daño al riñón y cerebro.
“En el Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas estamos experimentando en pitaya y garambullo porquehemos identificado que permiten prevenir o disminuir el daño en riñón, el cual es un efecto secundario causado por la administración del cisplatino, un medicamento contra el cáncer”, detalla la Investigadora del CIIDZA.
Daniel Joyce Trujillo explica que la investigación ha arrojado que el consumo de un extracto de pitaya previene el daño en el riñón, aumentando las posibilidades de calidad de vida en los pacientes con cáncer que reciben cisplatino como tratamiento a su enfermedad.
La investigadora Cátedra CONACYT es quien encabeza la investigación y establece que este estudio puede significar también aprovechar sustentablemente los frutos de las cactáceas, por lo que con su grupo de investigadores siguen evaluando este efecto y determinando cuales son los compuestos responsables de este efecto.
Otro interés por parte de los científicos es el efecto que tiene el consumo del garambullo en un modelo experimental de síndrome metabólico; así como evaluar las propiedades nutricionales de las semillas de estos dos frutos, ambos son estudios que se encuentran en curso dentro del CIIDZA.