San Luis Potosí, Miércoles 11 de junio de 2025.- Los recientes operativos migratorios en Los Ángeles, centro de una comunidad diversa y con tendencia liberal, han provocado un aumento significativo en la tensión social durante los últimos días. La administración de Donald Trump desplegó 700 infantes de marina y 4,000 efectivos de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad ante las protestas y disturbios generados tras las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esta acción forma parte de la estrategia federal para incrementar las deportaciones, un eje central de la política migratoria de Trump, que busca mostrar resultados concretos en el control de inmigración ilegal. El ICE reportó un récord de 2,200 arrestos en un solo día, superando ampliamente los números registrados en los primeros 100 días de gobierno, cuando la cifra promedio diaria era de aproximadamente 660 detenciones.
Funcionarios de alto nivel dentro del ICE han sido removidos o reubicados en los últimos meses, en un esfuerzo por reorganizar la agencia y cumplir con los objetivos establecidos por la Casa Blanca. Las autoridades federales aseguraron que entre los detenidos se encuentran personas con antecedentes por delitos graves, aunque defensores de derechos humanos advierten que se han afectado también a inmigrantes no violentos y a familias separadas.
La respuesta política en California ha sido crítica. El gobernador Gavin Newsom calificó el despliegue militar como una medida autoritaria, mientras líderes locales y organizaciones de la comunidad denuncian el uso excesivo de la fuerza y califican las redadas como actos de “violencia estatal”.
En contraste, algunos sectores dentro de la comunidad migrante apoyan las acciones del ICE, argumentando que las deportaciones deben aplicarse a quienes cometen delitos, independientemente de su estatus migratorio. Esta división refleja la complejidad del debate sobre la aplicación de la ley y la protección de derechos en un entorno marcado por la polarización política y social.
Los enfrentamientos en las calles de Los Ángeles incluyeron saqueos, incendios y el uso de balas de goma y gases lacrimógenos por parte de la policía. Mientras tanto, la administración Trump mantiene su objetivo de aumentar el número de arrestos diarios a 3,000, con la intención de intensificar su política migratoria en el país.