Crimen organizado en Sinaloa usa fosas sépticas para desaparecer personas

La violencia en Sinaloa impulsa nuevas formas de desaparición forzada

Por

Idalia Garcia

- lunes, mayo 26 de 2025

San Luis Potosí, Lunes 26 de mayo de 2025.- En Sinaloa, la búsqueda de personas desaparecidas ha cambiado de terreno: ahora los cuerpos son arrojados a fosas sépticas, una nueva modalidad que refleja el avance de la violencia y la crisis en la región. Este método fue descubierto en Tacuichamona, al suroriente de Culiacán, donde en cinco días de excavaciones se han recuperado restos humanos, desde huesos fragmentados hasta osamentas completas, sumergidas en aguas negras.

El predio, propiedad del municipio y que forma parte de las instalaciones de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Culiacán (Japac), permanece casi abandonado, aunque alberga estas fosas utilizadas por grupos criminales para ocultar víctimas. La gravedad de la situación se confirma con el testimonio de un sobreviviente que logró escapar tras ser capturado junto a otras cuatro personas y llevado a ese lugar, donde fue abandonado en el agua contaminada tras un ataque armado.

Este hallazgo ha obligado a las madres buscadoras, agrupadas en colectivos como Sabuesos Guerreras, a intensificar sus esfuerzos y enfrentar condiciones extremas para recuperar restos y dar respuesta a las familias. Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado había desestimado las denuncias, pero la evidencia en el sitio ha probado lo contrario.

El aumento en desapariciones forzadas es alarmante: más de 1,400 carpetas de investigación abiertas en lo que va del año, con un 65% de casos aún sin resolver. La impunidad se mantiene casi total, y la violencia se ha disparado especialmente en los últimos meses, con un incremento sin precedentes.

El fenómeno no se limita a esta zona. Otros colectivos han encontrado fosas clandestinas en diferentes localidades de Culiacán, con cuerpos que datan de meses recientes, señalando una tendencia que no se detiene. La búsqueda ha dejado de ser solo en la tierra; ahora incluye aguas contaminadas, un reflejo de la deshumanización que enfrenta la sociedad en este conflicto.