San Luis Potosí, domingo 18 de mayo de 2025.– Este domingo, ciudadanos vestidos de blanco marcharon por la avenida Venustiano Carranza en punto de las 10 de la mañana para exigir una coordinación real entre las autoridades de los tres niveles de gobierno.
“No somos sus enemigos. Nosotros no somos el problema”, expresó con contundencia Ivette Lara, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME) capítulo San Luis Potosí, durante su intervención en una manifestación ciudadana que exigió justicia, paz y seguridad frente al creciente clima de violencia e impunidad que azota a la entidad.
La líder empresarial criticó duramente la falta de una estrategia coordinada entre los tres niveles de gobierno y señaló la politización de la seguridad pública como uno de los principales obstáculos para atender la crisis.

“No podemos permitir que los gobernantes se sigan echando la bolita mientras la sociedad paga con sangre, miedo y pérdidas irreparables”, reclamó.
La protesta, motivada por los recientes casos de feminicidios y asaltos violentos, como el de Sandra, en proceso de ser tipificado como feminicidio, y el de Citadina, donde ni siquiera se sustrajo dinero, congregó a diversos sectores de la sociedad. Lara hizo un llamado urgente: “Esta ciudadanía dejó el sillón, la comodidad y el confort. Hoy exigimos justicia sin miedo y con la frente en alto”.
En su discurso, la empresaria recalcó que no solo el gremio empresarial se siente en riesgo, sino toda la población, incluidos niñas y niños.
“Queremos andar por la calle sin la ansiedad de ser la próxima víctima de una delincuencia que actúa con impunidad mientras el gobierno sigue en disputas partidistas”.
Lara rechazó la idea de que las mujeres empresarias sean más vulnerables que otros sectores, pero subrayó que todos están expuestos por igual ante la falta de respuestas efectivas. También alertó sobre el uso de motocicletas como medio delictivo disfrazado de servicio de entrega, lo cual daña una economía informal que intenta sobrevivir.

En relación con un posible desplazamiento empresarial por la inseguridad, reconoció que, aunque no cuenta con cifras concretas, el fenómeno no es nuevo y obedece a años de omisión institucional. “No es sólo por los hechos recientes. Esta inseguridad no empezó ayer”, dijo.
Desde la AMEXME se lanzó un pliego de exigencias concretas dirigido al gobierno, así como al Congreso local y a las corporaciones policiales. Entre ellas: una verdadera coordinación entre las corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno, sin tintes políticos ni evasión de responsabilidades; la creación de un auténtico Consejo Ciudadano de Seguridad con representantes reales de la sociedad civil; mayor inversión en inteligencia de seguridad enfocada en la prevención y con respeto a los derechos humanos; una estrategia de seguridad ciudadana que privilegie la prevención del delito; capacitación efectiva a policías y ministerios públicos para evitar la impunidad; y la contratación de más y mejor personal en corporaciones policiales y la Fiscalía, con salarios dignos y estricta supervisión.
“Queremos dormir en paz, vivir seguros y sin miedo. No pedimos privilegios, exigimos lo que por derecho nos corresponde: vivir libres y con dignidad”, concluyó Ivette Lara frente a una sociedad cada vez más cansada de la indiferencia gubernamental y la impunidad del crimen.