San Luis Potosí, sábado 10 de mayo de 2025.- Las decisiones de la administración Trump sobre la política comercial hacia China comienzan a reflejarse en los mercados de Estados Unidos. Desde abril de 2025, entraron en vigor aranceles mínimos del 145% a productos importados desde el país asiático, una medida que ha detenido buena parte del flujo comercial entre ambas potencias.
Las consecuencias ya se notan en los puertos estadounidenses. En abril, el tráfico de buques portacontenedores desde China cayó un tercio, y se estima que el puerto de Los Ángeles verá una disminución de más del 35% en contenedores durante mayo, en comparación con el año pasado. Muchas empresas están cancelando pedidos y el flujo de mercancías comienza a desacelerarse.
Aunque los consumidores aún no experimentan cambios drásticos, expertos advierten que los efectos serán más visibles a partir de finales de mayo y durante el verano. El tiempo de tránsito de los cargamentos, que oscila entre 20 y 40 días por mar, ha generado un desfase en el impacto directo en los precios y la disponibilidad de productos.
Además del aumento en los aranceles, la eliminación del tratamiento de minimis —que exentaba de impuestos a productos enviados directamente a consumidores por un valor inferior a 800 dólares— ha afectado a plataformas como Temu y Shein, así como a aerolíneas de carga y empresas como FedEx.
Aunque algunos comercios lograron anticiparse al cambio acumulando inventario, analistas advierten que esta reserva solo ofrecerá una ventana temporal antes de que los efectos se trasladen por completo a los consumidores. Si la política comercial no se modifica en el corto plazo, se prevé un aumento generalizado en los precios y posibles despidos en sectores dependientes de las importaciones.
Mientras tanto, varias empresas con menor capacidad financiera ya enfrentan cierres, y la incertidumbre crece en torno a la duración y severidad del impacto económico.