Iztapalapa, martes 18 de febrero de 2025.- Fátima Maite Zavala, una adolescente de 13 años que estudiaba en la Escuela Secundaria Diurna No. 236 en Iztapalapa, sigue luchando por su vida tras caer desde un tercer piso el 4 de febrero de 2025. Antes de este trágico suceso, Fátima había sido víctima de constantes burlas y acoso escolar, en gran parte por su afición al K-pop, la cultura coreana y el dibujo. Según documentos revelados, la joven se quejó en varias ocasiones ante las autoridades escolares, pero no se tomaron medidas efectivas para frenar el hostigamiento.
Los agresores de Fátima la ridiculizaban por su aspecto físico, su risa y su pasión por el K-pop, y sus comentarios crueles también se extendieron a las redes sociales. Además del bullying en persona, Fátima enfrentó amenazas y ataques cibernéticos de otros estudiantes que aprovechaban las plataformas digitales para seguir acosándola. Su padre, Juan Zavala, confirmó que su hija había sido golpeada y agredida verbalmente en repetidas ocasiones, y que las autoridades escolares no actuaron con la seriedad necesaria.
A pesar de haber sido diagnosticada con depresión y bullying por una clínica especializada, Fátima no pudo recibir el tratamiento adecuado debido al accidente que hoy la mantiene en estado grave en el Hospital Pediátrico de Legaria. Los informes también indican que Fátima presentó síntomas de angustia y ansiedad a consecuencia del acoso, lo que obligó a su familia a pedir atención psicológica urgente para ella.
El 13 de diciembre de 2024, Fátima presentó una denuncia formal ante el subdirector del plantel, lo que llevó a una reunión entre los maestros y los alumnos para intentar detener el acoso. Sin embargo, la situación no mejoró y, tras las vacaciones de diciembre, la joven evitó regresar a clases hasta finales de enero. A pesar de los esfuerzos por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la familia de Fátima sostiene que las autoridades no tomaron medidas adecuadas.
El 4 de febrero, Fátima sufrió la caída desde el tercer piso de la escuela. Mientras las autoridades escolares y la Fiscalía local afirman que no hay pruebas que respalden la versión de que la empujaron, la familia de la joven insiste en que fue un acto de violencia de parte de sus agresores. Según su padre, Fátima temía regresar a la escuela y había expresado su preocupación sobre el trato cruel de sus compañeros.
El estado de salud de Fátima es grave; sufrió múltiples fracturas en la columna, la pelvis y la cadera, y fue sometida a una cirugía para estabilizar su condición. A pesar de los esfuerzos médicos, su recuperación será larga y su futuro sigue siendo incierto. Su familia ha denunciado públicamente la actitud evasiva de las autoridades, acusando a la SEP de minimizar el caso.
La Embajada de Corea del Sur en México también ha emitido un comunicado condenando el acoso sufrido por Fátima, subrayando que los valores del K-pop promueven la inclusión y el respeto, y pidiendo una acción contundente contra el bullying. Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México mantiene abierta una investigación sobre el incidente y promete seguir de cerca el caso, considerando el impacto grave del acoso escolar.