Canadá, martes 4 de enero de 2025.-Tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un 25% de aranceles sobre productos canadienses, los ciudadanos del país vecino han comenzado a cancelar viajes al sur de la frontera y a rechazar productos estadounidenses, especialmente el alcohol. Este anuncio ha generado una fuerte respuesta, con manifestaciones de descontento en eventos deportivos y un ambiente tenso en diversas comunidades canadienses.

El alcalde de Windsor, Drew Dilkens, señaló que la medida es un golpe económico para las ciudades cercanas a la frontera, como su ciudad, donde el comercio con EE. UU. se calcula en unos 400 millones de dólares canadienses diarios. Las autoridades locales temen que los efectos de los aranceles se sientan rápidamente.

Por otro lado, los canadienses están optando por apoyar productos locales, como las bodegas y destilerías, ante el impacto de los aranceles. Ken Lima-Coelho, residente en Calgary, destacó que los aranceles han generado un sentimiento de orgullo nacional, lo que se ha visto reflejado en pequeños gestos como el de su hijo, quien planea llevar una bandera canadiense en su mochila durante su próximo viaje a Europa.

La medida de Trump ha sorprendido a muchos, especialmente por el hecho de que Canadá es uno de los aliados más cercanos de EE. UU. Las reacciones continúan surgiendo mientras las consecuencias económicas se empiezan a percibir.