Un avión de American Airlines con 64 personas a bordo y un helicóptero Black Hawk del ejército de Estados Unidos colisionaron la noche del miércoles cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington DC, cayendo al río Potomac.
Hasta el momento, se han recuperado 27 cuerpos del avión y uno del helicóptero, pero las autoridades temen que no haya sobrevivientes. La aeronave comercial, un Bombardier CRJ700, cumplía la ruta Wichita-Washington y se encontraba en fase de aproximación cuando ocurrió el accidente. A bordo viajaban deportistas y entrenadores de la federación de patinaje artístico de EE.UU., así como ciudadanos rusos.
![](https://periodicoelmomento.com/wp-content/uploads/2025/01/Captura-de-Pantalla-2025-01-30-a-las-10.31.19-1024x766.png)
El impacto generó una intensa respuesta de equipos de rescate, con más de 300 socorristas desplegados en la zona, trabajando en condiciones de frío extremo y con escasa visibilidad. Según el jefe del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia de Washington DC, John Donnelly, la operación pasó de rescate a recuperación de cuerpos.
El presidente Donald Trump expresó su pesar por el accidente y cuestionó las circunstancias en que ocurrió la colisión. El secretario de Transporte, Sean Duffy, indicó que ambas aeronaves seguían patrones de vuelo estándar y que el fuselaje del avión quedó partido en tres secciones dentro del río. Mientras tanto, la Administración Federal de Aviación y otras agencias gubernamentales han iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
![](https://periodicoelmomento.com/wp-content/uploads/2025/01/Captura-de-Pantalla-2025-01-30-a-las-10.32.51-1024x554.png)
Expertos en aviación señalaron que la tecnología anticolisión instalada en las aeronaves debería haber prevenido el accidente. Sin embargo, datos de seguimiento muestran que el helicóptero y el avión descendían simultáneamente antes del impacto. Pilotos consultados indicaron que los sistemas de alerta no son efectivos por debajo de los 700 pies de altitud.
El tráfico aéreo en el aeropuerto fue suspendido temporalmente y se espera que reanude operaciones en la mañana del jueves. Mientras tanto, familiares de los pasajeros reciben asistencia en la terminal aérea.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, destacó la movilización de rescatistas en la región y subrayó la complejidad de las labores de recuperación debido al clima y las condiciones del río. Testigos del accidente describieron el momento del impacto y señalaron que el avión parecía estar a minutos de aterrizar cuando se desvió bruscamente.
Las investigaciones continúan para determinar cómo se produjo la colisión y por qué los sistemas de seguridad no lograron evitar el choque en pleno descenso.