Hoy, en el Día Internacional de Lego, recordamos que la historia de esta famosa marca comenzó en 1932, cuando Ole Kirk Christiansen, un carpintero de la localidad danesa de Billund, buscó alternativas para sostener su negocio durante tiempos difíciles. En lugar de muebles, empezó a fabricar juguetes de madera, un producto que rápidamente ganó popularidad por su calidad y diseño. Dos años más tarde, decidió bautizar su empresa como “Lego”, una abreviación de las palabras danesas “leg godt”, que significan “jugar bien”.
La verdadera revolución llegó en 1949, cuando Christiansen introdujo los bloques de plástico ensamblables. Este cambio de material respondió a la necesidad de crear juguetes más duraderos y versátiles, permitiendo a los niños construir y desmontar sus creaciones sin límites. Estos bloques innovadores se convirtieron en la base del éxito global de Lego.
Durante la década de 1960, los famosos ladrillos se consolidaron como un símbolo de creatividad, atrayendo a niños y adultos por igual. Con el paso de los años, la compañía diversificó su catálogo con líneas como Duplo, diseñada para los más pequeños, y Technic, enfocada en constructores avanzados.
Más allá de los bloques: el universo Lego
Lego no solo ha creado juguetes, sino que ha expandido su influencia a otras áreas del entretenimiento. Sus películas, videojuegos y parques temáticos han llevado la experiencia de juego más allá de los ladrillos, al tiempo que sus colaboraciones con grandes franquicias como Star Wars, Harry Potter y Marvel han consolidado su posición como líder en la industria.
La marca también ha explorado el ámbito educativo con iniciativas como Mindstorms, un sistema que enseña robótica y programación a niños, integrando tecnología y aprendizaje de manera lúdica.
Un fenómeno cultural
Lego ha trascendido generaciones y fronteras, convirtiéndose en mucho más que un juguete. Sus diseños fomentan la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento espacial. Además, la marca ha conquistado a un público adulto, con sets que recrean edificios icónicos, vehículos clásicos y escenas memorables de la cultura popular.
El impacto de Lego va más allá del entretenimiento. Es un símbolo de conexión, innovación y educación que inspira a millones de personas en todo el mundo. A través del juego, Lego ha logrado unir a personas de todas las edades y culturas, dejando un legado que sigue creciendo y evolucionando.