La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que la guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón fue una de las decisiones más autoritarias y perjudiciales tomadas por un presidente en la historia reciente de México.
En respuesta a las declaraciones de Calderón sobre su estrategia, Sheinbaum destacó que declarar una guerra dentro del propio país no solo pone en peligro el bienestar de la población, sino que también anula el estado de derecho. Explicó que este enfoque permitió un régimen de excepción donde la vida de los ciudadanos no era protegida por las leyes.
La mandataria enfatizó que, durante la administración de Calderón, se permitió el uso del Ejército para labores de seguridad sin un marco legal adecuado. Además, la estrategia se basaba en el asesinato de presuntos delincuentes sin juicio, lo que según Sheinbaum, causó un daño irreversible a la sociedad mexicana.
En contraste, la actual administración ha cambiado el enfoque con la Cuarta Transformación, estableciendo una nueva estrategia centrada en abordar las causas profundas de la violencia y apoyada por un marco legal con la creación de la Guardia Nacional. Esta nueva dirección busca fortalecer el estado de derecho y asegurar que las fuerzas de seguridad actúen de acuerdo a la ley.
Por otro lado, Sheinbaum también habló sobre el inicio del desarme a nivel nacional, destacando la colaboración con la Iglesia para evitar la violencia armada. La Basílica de Guadalupe fue elegida como punto de partida debido a su importancia simbólica y su capacidad para generar confianza entre la población y las instituciones.