Isabel Segura
Un exorcismo se conoce como un ritual religioso en el que se expulsa a una entidad maléfica que ha tomado posesión de una persona, causándole daño psicológico o físico. En San Luis Potosí la Iglesia Católica cuenta con un experto en el ramo de los exorcismos.
Se trata del sacerdote y médico Gilberto Amaya Martínez, quien tiene más de 30 años practicando exorcismos, ya que su formación en este ministerio comenzó en 1992 y obtuvo el nombramiento por la Santa Sede.
El ritual del exorcismo incluye la lectura de salmos y oraciones, además del rosario, agua bendita y un crucifico, y este puede llevarse a cabo en cualquier iglesia sin importar el horario, pero debido a la secrecía no puede llevar una estadística sobre los mismos.
Para realizar un exorcismo se requiere de la lectura de un ritual que comprende oraciones y salmos, además del rosario, agua bendita y un crucifico, ritual que puede realizarse en c cualquier horario y un templo o capilla.
El exorcista, señaló el padre, debe tener un trabajo prudente, discreto y secreto. El rito no es como se ha difundido en los largometrajes, observó, sino está basado en el ministerio de Jesús, quien también expulsó a demonios. “El sacerdote que realiza esta tarea no lo hace en modo propio, lo lleva a cabo en Cristo», señaló.
Origen
Se dice que los primeros exorcismos ocurrieron en Mesopotamia. En esa época sacerdotes o magos llamados ašipu, ahuyentaban y expulsaban a los demonios considerados responsables de traer la enfermedad y el caos.
Los ašipu eran protectores y sanadores espirituales que utilizaban amuletos, realizaban elaborados rituales y cuando era necesario, involucraban a figuras demoníacas ayudantes.
Religión Católica
En la religión católica, el exorcismo debe ser realizado por un sacerdote muy preparado, bajo supervisión y aprobación directa de la Iglesia.
En los últimos años este tipo de rituales han ido perdiendo el apoyo de muchos fieles, ya que los síntomas que presentan pueden ser a causa de enfermedades mentales o físicas, y no de una posesión.
¿Cómo se identifica?
Si una persona acude por ayuda contra una posesión demoníaca, el sacerdote se encarga de descartar todas las explicaciones mundanas como problemas de salud mental y otras enfermedades que puedan relacionarse con una presencia demoníaca.
Es de mencionar que este proceso llega a ser muy largo porque es necesario involucrar a otros miembros de la iglesia, así como a diferentes profesionales de la salud, principalmente para descartar otras explicaciones.
La esquizofrenia, la epilepsia o el trastorno bipolar pueden causar alucinaciones, delirios y cambios de humor extremos, por lo que se puede confundir con una posesión demoníaca.
