La Guardia Civil Estatal (GCE) está pasando por una fuga de personal debido a que los salarios que ofrece están bastante por debajo de los que se pagan en otros estados. En San Luis Potosí, el sueldo máximo para los oficiales de la GCE no supera los 20 mil pesos, mientras que en lugares como Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, los salarios empiezan en al menos 29 mil pesos.
Esta diferencia en los salarios ha llevado a muchos agentes a mudarse a esos estados, especialmente a Nuevo León, que recientemente lanzó una convocatoria para reclutar una nueva generación de policías, ganando 9 mil pesos más que el máximo en San Luis Potosí.
El Secretario General de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, ha restado importancia a esta situación, diciendo que los sueldos más altos en otros estados no son una gran amenaza para la estabilidad de la GCE. Pero la realidad es que muchos jóvenes que quieren ser policías están eligiendo Nuevo León por encima de San Luis Potosí, dejando a la GCE con dificultades para mantener y atraer nuevo personal.
Esta situación está creando un problema creciente para el gobierno estatal de San Luis Potosí, que necesita replantear su política de salarios si quiere mantener una fuerza policial competitiva. A pesar de estos desafíos salariales, el estado sigue esperanzado en formar una tercera generación de la Guardia Civil Estatal, que tendrá que ser más atractiva y competitiva.