El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que “a la Corte ya la perdimos” tras la invalidación del decreto presidencial que ‘blindaba’ a algunas obras y proyectos como de Seguridad Nacional e Interés público, entre ellos la construcción del Tren Maya.
“Nos adelantamos porque ya sabíamos que en la Corte había la atención de frenar las obras que estamos realizando en el sureste, el Tren Maya, el del Istmo, entre otras obras de beneficio, y la Corte ya la perdimos”, destacó.
Reiteró que la Suprema Corte ha estado alejada del pueblo y cercana al poder, pero que ahora de manera descarada están al servicio de los potentados, de la minoría, de lo que se conoce como la oligarquía, el poder de los ricos. López Obrador señaló al ex ministerio José Cossío y a los litigantes Miguel Carbonell, Gerardo Carrasco y Fernando Gómez Mont por promover los amparos en contra de su gobierno.
Así también, insistió en una reforma al Poder Judicial. “Sabíamos que iban a tratar de frenarnos. Todos los amparos a las obras que estamos llevando a cabo, se promueven por un grupo vinculado a los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial”, dijo.
El que se aflige se afloja López Obrador insistió en que no pasa nada con esa resolución de la Corte. “Se dio a conocer otro decreto para proteger las obras, y se declaró que son de Seguridad Nacional e interés público, entonces no hay problema en decirle a la gente.
No pasa nada. Nosotros hemos aprendido que el que se aflige se afloja”, enfatizó. El presidente puntualizó que los ministros de la Corte no defienden la constitución sino sus intereses y los intereses de quienes se sentían dueños de México.
“Tan no la defienden que ellos la violan, tan claro, de que hay un artículo, el 117, que ningún funcionario puede ganar más de lo que gana el presidente de la República, ellos ganan 5 veces más de lo que yo gano, violando flagrantemente la constitución, que no vengan con demagogia”.