Ante las inconformidades que se presentaron por la renovación de los estatutos que podrían permitir la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, (Alito) como presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en donde podría estar al frente del tricolor hasta 2030, no solo los priistas han alzado la voz.

Tal es el caso del expriista Mauricio Ramírez Konishi quien describió el conflicto como un «pleito de cantina» que carece de la madurez política necesaria en el panorama actual de México. «Yo creo que no era necesario elevar el tema, no hacer señalamientos personales, porque ese tipo de comentarios, posturas, en vez de abonar a que haya una mejor autocrítica de lo que está pasando, se vuelve un pleito de cantina», explicó Ramírez Konishi.

El domingo pasado, durante la Asamblea Nacional del partido, se aprobaron cambios significativos que han suscitado preocupaciones sobre la democratización interna del PRI.

Konishi, también diputado local, lamentó que, en lugar de avanzar hacia una mayor transparencia, el partido parece estar estancándose. «Yo veo un partido que va a la baja, que va decreciendo en apreciación para que la gente confié en ellos», comentó.

En respuesta a las declaraciones de Sara Rocha Medina, sobre intercambios de cinco direcciones dentro del PRI hacia el alcalde capitalino, Ramírez Konishi, indicó que esa decisión le compete totalmente al alcalde capitalino reelecto Enrique Galindo Ceballos, pues dijo que la gente ya está cansada de este tipo de negociaciones “como fichas de dominó”.

En cuanto a los señalamientos de Rocha Medina, sobre peticiones de cargos para su familia, Ramírez Konishi, defendió su historial político, afirmando que siempre ha buscado posiciones públicas mediante el voto popular y no a través de negociaciones internas.

El panorama dentro del PRI sigue siendo incierto, con figuras prominentes que han formado un bloque opositor además de haber expresado preocupaciones sobre la dirección futura del partido en un contexto político nacional cada vez más exigente.