De militar a migrante y de migrante a empresario y finalmente a político, la historia de Leonardo Vinaja, un veterano de las candidaturas independientes, de la disciplina militar a la búsqueda de cambiar su municipio, Mexquitic de Carmona, un espacio pulverizado por la gran cantidad de comunidades, 119, y amplia extensión territorial.

Leonardo es originario de Milpillas, una comunidad pegada a la presa de Mexquitic, un lugar aún con calles sin pavimentar, con problemas del olvido de años de administraciones pasadas, donde las oportunidades se dan de manera escasa y los caminos para salir adelante son pocos, en 1997 se incorporó a la milicia hasta el año 2000 para migrar a Estados Unidos y regresar en el año 2002 para echar raíces en su tierra.

Padre de dos hijos y casado, el ahora comerciante, quien dio un giro radical cuando dejó las armas por las ventas, alguien que se dice no estar empapado con la política y más bien enfocado en una pasión por las legumbres y las verduras, buscado por los políticos tradicionales para financiar sus carreras políticas, pero no considerado para ser quien tome las decisiones que cambien el rumbo de su municipio.

Consciente de esa situación, Leonardo comenta que en 2016 decidió hacer un alto a los apoyos políticos, debido a la falta de crecimiento en su comunidad, señaló que se debía a la falta de gente con compromiso por los habitantes, fue así que narra que se decidió por buscar una alternativa, cuestionando las formas se encontró con una lógica partidista arraigada.

En el proceso de formación política y de aprendizaje, Vinaja fue invitado a rescatar un partido político venido a menos; sin embargo, cuenta que al tiempo un liderazgo político que no trabajó en la recuperación del partido político lo desplazó, lo que le generó un enojo que aumentó su desencanto con la política.

El tres veces aspirante cuenta que en alguna ocasión le comentaron que para poder llegar se debía invertir. “En la presidencia juntamos una lana y te metes de regidor y te metes de esto, yo le decía míralo, pero es que realmente eso no es garantía, que yo pueda ayudar a mi pueblo no es garantía de que las comunidades puedan crecer, dije porque el regidor es un regidor y tiene límites”.

Leonardo Vinaja señala que el reto más grande al principio fue convencer a su esposa de ir a informarse de la candidatura por un partido, agrega que fue a solicitar informes en el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, donde recibió poca o nula información acerca de sus opciones reales de una candidatura e incluso fue pateado varias veces por funcionarios del CEEPAC, hasta que fue orientado por una abogada, quien le recomendó más que la opción de partidos por sus necesidades, optar por la vía independiente y le ofreció un tríptico.

Una vez que recibió el tríptico le dijeron: “todo lo que vas a ocupar es una asociación y algo muy, muy concreto, que me dijo, mira nada más aquí hay algo muy importante, yo sé que no hay recursos… nada más que también llevas una ventaja, como no te dan recursos no tienes que reportarle nada a nadie, más que al pueblo, si el pueblo te apoya y si el pueblo vota por ti”.

Señala que en la primera participación sufrió varias complicaciones, la primera de ellas fue conformar la asociación civil, uno de los requisitos más caros y complejos, realizados ante notario público, además precisa que el siguiente paso a sortear fue el procedimiento con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y lo que remata su infortunio es que se registró otro candidato independiente en la zona con el que tuvo que contender por el espacio, ya que la Ley Electoral sólo permite un candidato independiente.

Leonardo Vinaja señala que su fortaleza radica en contar con compañeros dispuestos a colaborar y trabajar, añade que su equipo es muy entrón a conseguir las firmas, un equipo que conoce la zona, y del que presume llegan con las manos vacías a combatir a los partidos que ofrecen las dádivas en las que ironizó señalando que lo único que ofrecen es lástima.

Esta tercera participación es la más complicada en su caso, aunque resalta que ya tiene experiencia, pues la reducción de los tiempos es un reto que logró consumar, pero cuestiona que «25 días no te sirven aunque le pagues a gente para que te otorguen sus firmas”, así que destacó que esa estrategia la abandona totalmente sentenciando: “pero pues yo te digo, la idea de nosotros no es de pagarle a la gente, la idea de nosotros es hacer que la gente tenga compromiso contigo y necesitamos que Mexquitic cambie, que cambiemos todos”.