El caso que involucra a Juan Carlos García Rivera, acusado de la presunta intervención del teléfono celular de la periodista Carmen Aristegui mediante el software Pegasus, enfrenta una fase crucial en su desarrollo. La audiencia de alegatos de conclusión, realizada este jueves 11 de enero, evidenció la fragilidad de las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del ex empleado de la empresa KBH.
García Rivera, identificado por la FGR como operador del software Pegasus en KBH, está acusado de intervención de comunicaciones sin orden judicial, un delito por el cual la fiscalía busca imponerle una pena de 16 años de prisión, agravado por tratarse de una periodista la víctima.
El fiscal especializado, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, admitió durante la audiencia que no existen pruebas contundentes que vinculen directamente a García Rivera como autor intelectual de los hechos, lo que añade incertidumbre al desenlace del caso. La defensa ha cuestionado la consistencia de las pruebas presentadas y la falta de evidencia sólida que respalde las acusaciones.
Este viernes a las 16:00 horas, en el Centro de Justicia Penal del Reclusorio Sur, se llevará a cabo la comparecencia final, donde la FGR, la defensa y la víctima se reunirán para escuchar el fallo del juez Luis Benítez Alcántara. Este veredicto determinará si Juan Carlos García Rivera es o no culpable de los cargos imputados.
Con información de Proceso.