Como cada año, la Semana Santa hace a un lado las actividades comunes y se invita a la reflexión, al análisis y al sacrificio de los fieles católicos en una ciudad tradicional para la religión, pero a la par de la celebración católica hace ya 16 años subsiste una tradición para aquellos que a la par de la última cena harán el recorrido de las siete casas, las casas de la “beberecua” y las cantinas tradicionales del Centro Histórico, aquellos templos de la fe de quienes encuentran en un buen trago su devoción o su cura al mal de amores.

Desde redes sociales ya comienza la convocatoria que confluye a aquellos interesados convocados a arrejuntarse el próximo 28 de marzo a partir de las 11:30 de la mañana para peregrinar, al igual que Jesús por las siete casas, aquí el viaje no empieza en el huerto de Getsemaní ni en el de los olivos, empieza en el tradicional Escalón, ese que desde 1910 guarda historia del viejo San Luis, pero también tiene el secreto mejor guardado, la joya de la corona, el famoso “levanta muertos”, el establecimiento que ha perdurado por más de 114 años se ubica entre Melchor Ocampo y avenida Reforma y que debe su nombre a un escalón que permite evitar los charcos de las calles empedradas.

A escasos metros de El Escalón se encuentra, no en su lugar original, pero sí en contraesquina el tradicional Chivas Bar, en donde sus paredes muestran las viejas glorias del Deportivo Guadalajara, aunque el club debe su nombre a un viaje de los propietarios a ver a el equipo de futbol son pocos los verdaderos aficionados al Guadalajara los que van, de hecho ya sólo acuden en las finales y de eso ya tiene rato que no se da una, es un bar tradicional del Centro con su respectiva promoción de cubeta y coctelería. 

Posteriormente, la ruta incluye al bar El Reforma en lo que se denomina el triángulo de los bares de la Zona Centro, el cual tiene una pintoresca decoración estilo clásico mexicano, con sus pequeñas talaveras y una barra al estilo clásico de madera atendida por su cantinero estrella, en donde se degustan todo tipo de alcoholes tradicionales.

Una vez saliendo del triángulo de cantinas, la ruta se dirigirá hacia La Morena Bar, una cantina clásica que ofrece auténtica comida y bebida mexicana, donde se disfruta de la música en vivo y del ambiente festivo de los parroquianos que acuden a esta singular cantina, una vez terminado este recorrido los visitantes pasarán al Radio Bar.

 Entre las calles 20 de Noviembre, Manuel José Othón y Los Bravo, a escasos pasos del Museo del Ferrocarril Jesús García Corona, está uno de los tres bares más antiguos de la ciudad, aunque se le calculan cerca de 122 años puede ser que el establecimiento sea más viejo, calculando que se abrió con la llegada del ferrocarril a San Luis Potosí allá por 1888, este establecimiento se encuentra en el callejón de La Perla, un pequeño pasaje entre la Plaza Garibaldi y una gasolinera en el Centro de la ciudad.

Continuando con el recorrido de los bares más antiguos y emblemáticos se encuentra El Peñasquito, en donde por más de 134 años se han dado cita todas las clases sociales, todos los bohemios e incluso los grandes pensadores y escritores como Ramon López Velarde e incluso Jorge Negrete, del que se cuenta compuso en este establecimiento la famosa Acuarela Potosina en donde músicos, poetas y periodistas se han dado cita durante varias generaciones.

No muy lejos de ahí, en la zona de Guajardo, muy cerca de la explanada Ponciano Arriaga se encuentra el bar El Moro, un bar tradicional de la Zona Centro en donde los parroquianos acuden para escuchar las canciones norteñas clásicas, degustar una buena cerveza y probar los manjares de la cocina mexicana con la tradicional botana, cerrando el recorrido de los siete bares, pero siendo la antesala del mexicanísimo pilón.

El recorrido concluye de manera definitiva en el Puerto de Mazatlán, un bar con cerveza barata, música tradicional norteña y música moderna, en donde lejos de ser un lugar de poca monta los parroquianos asisten en busca de diversión, con sus mesas de plástico, promociones y buen ambiente, y así termina el tradicional recorrido.

Los organizadores señalan algunas recomendaciones:

1.Uso de ropa y zapatos cómodos (como tenis) ya que los trayectos se realizan caminando (máximo 1 km la más distante); además de llevar bloqueador solar, sombrilla, sombrero, cachucha, pañoleta, abanico, ya que algunos establecimientos carecen de aire acondicionado.

2. El uso de cubrebocas, gel sanitizante o desinfectante es totalmente una decisión personal.

3. Lleva papel sanitario o pañuelos desechables. Existen sanitarios donde no hay o se termina a la brevedad.

 4. Lleva dinero en efectivo, monedas y de preferencia billetes de baja denominación para evitar problemas de cambio. No se aceptan pagos con tarjeta ni transferencias.

5. Tener siempre a la vista pertenencias y objetos de valor, así como cuidarlos como cartera, cámaras fotográficas y teléfono celular, de preferencia usar una cangurera.

6. Tener paciencia.

7. Prohibido tomar al exterior de las cantinas.

8. Tolerancias para los asistentes, respetar los puntos de vista de las otras personas.

9. Evitar el potosinazo.

Destacan que este evento sólo se hace una vez al año y no tiene NINGÚN COSTO (ni para los que vamos ni para las cantinas), sólo tienen que pagar su consumo en cada cantina.