La pregunta es franca:

-¿Qué pedirías al presidente Vicente Fox?

Y la respuesta más:

-Que se calle.

El comentario de Xóchitl Gálvez toma actualidad por los reflejos políticos de Andrés Manuel López Obrador, el mayor experto en acusaciones y uso de datos y errores ajenos.

Pero negador de todos los propios.

La legalidad en el manejo de esa información debieran dilucidarla los tribunales, sobre todo porque se usan espacios (Palacio Nacional) y recursos públicos (gasto oficial, transmisión en televisoras y redes de gobierno y demás) para denostar al Frente Amplio por México (FAM) y a su potencial representante para la Presidencia de la República.

Porque desde ahí y a través de ahí se desarrolla la campaña de infundios para evitar a una mujer simple, de vida común (Xóchitl Gálvez) por atreverse a desafiar a López Obrador y a su poderoso aparato mediático.

Miércoles y jueves se ha usado como arma de agresión a Vicente Fox, un ex presidente cuya decrepitud es evidente y dice cosas imposibles de darse, como quitar pensiones a adultos mayores, becas a jóvenes y demás.

EL RETIRO IMPOSIBLE

¿Por qué es imposible?

Porque están en la Constitución General de la República con el voto de todas las fuerzas políticas y nadie en juicio sano podría desaparecerlas, como lo ha dejado claro una y mil veces Xóchitl Gálvez.

De ese desvarío parte López Obrador para poner ese propósito como corazón de la campaña del Frente Opositora para 2024 y desacreditarla, y todavía rematar:

-¡Tengan para que aprendan!

Como se trata de desprestigiar, en Palacio Nacional no se mencionan las reiteradas alusiones de Xóchitl Gálvez para acreditar su victoria de vida a becas recibidas como método de estudio y desarrollo personal.

Pero Vicente Fox también da datos falsos: Xóchitl Gálvez trata de impulsar la superación y el trabajo creador, pero jamás ha prometido al ex presidente retirar esas becas y menos regresar las pensiones a los ex mandatarios.

Y ya aquí entre nos: se oye ridículo Fox al pedir dinero para sí mientras lanza la consigna de ¡trabajen, güevones! a personas en edad productiva y cuyas pensiones -pagadas por nuestros impuestos- las dedican a cervezas y a gastos no santos.

Pero como dice el de Palacio:

–Cuando la calumnia no mancha, pero tizna…

EL TERROR DE LAYDA

Campeche vive una etapa de terror.

Los delitos crecen, la falta de inversión es evidente y las acusaciones de corrupción se multiplican mientras la gobernadora Layda Sansores se dedica a perseguir adversarios.

Una vez más lanzó las huestes de Renato Sales para allanar presuntas propiedades de su antecesor, diputado federal y dirigente priísta Alejandro Moreno, Alito.

En redes sociales se difunden videos donde la propia Layda aparece al lado de Renato, lo cual agravaría la sevicia de quien -dice Alito– a falta de frutos quiere dar golpes mediáticos.

El mandante tricolor acusa persecución política y promete no doblarse con esa persecución en la construcción del Frente Amplio por México e inclusive niega ser el dueño de los inmuebles allanados:

“…es completamente falso que las propiedades señaladas sean de mi propiedad tal como lo señala el fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia”.

Peor tantote.