Con diciembre llega el invierno, sí, lo sabemos, pero no solo es una temporada de los team frío contra team calor, pues cierto es que en los meses invernales existe un aumento relativo en casos relacionados a la depresión y el estrés, debido a lo que los especialistas en Salud Mental denominan Trastorno Afectivo Estacional (TAE), el cual por lo general tiene sus inicios a finales de otoño y principios de invierno desapareciendo con la llegada de la primavera y el verano.
De acuerdo con el médico especialista en Psiquiatría, Ernesto González, la temporada presenta un alza en la incidencia en episodios de depresión, melancolía o apatía generalizada, pues en estos meses hay una reducción de la luz natural y un aumento de días oscuros, los cuales «afectan de manera biológica nuestras condiciones naturales», situaciones que deben tomarse con precaución, pues refirió que incrementan los intentos de suicidio y emergencias psiquiátricas, aunque aclaró «es difícil tener una cifra exacta, pero podríamos hablar de un aumento de casos en 5 o 10 por ciento solo en diciembre».
En caso de presentar algunos síntomas como cansancio sin razón, apatía, enojos abruptos, somnolencia constante o similares es recomendable acudir a un especialista de la salud mental, pues a pesar de que esto puede considerarse «habitual de la temporada» no debe dejarse pasar, debido a que existen factores que pueden aumentar las consecuencias del TAE, pues en esta temporada muchas veces se remarcan las ausencias familiares, sociales o sentimentales.
También se es proclive a la frustración por no haberse superado en los ámbitos laboral y académico, lo que podría generar crisis de ansiedad o abulia, por lo que Ernesto González remarcó que todo debe ser tomado con calma, pero es preciso atender las alarmas, pues ignorarlas puede culminar en tragedias.