José Luis Camacho
Desde hace casi dos semanas en el equipo de precampaña presidencial de Samuel García se respiraba un ambiente de malestar por el hecho de que la vox populi identificaba al neoleonés como un palero de Morena y que participaba en la contienda presidencial con el único objetivo de quitarle votos de la clase media a Xóchitl Gálvez.
Sin duda que Samuel García sería una piedra en el zapato de Xóchitl.
Siendo una extraña combinación de Vicente Fox y Fernández Noroña, García Sepúlveda cumpliría a cabalidad su papel de ser una cuña para la hidalguense entre los sectores medios de los electores de México.
En una declaración del periodista regiomontano Ramón Alberto Garza, se destapa un viso de corrupción en varias de las obras públicas más importantes realizadas por Samuel García.
La perruna insistencia de Samuel García de que quien cubriera su interinato fuera su secretario de gobierno, Javier Navarro, un personaje absolutamente leal y de toda la confianza del entonces precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano, tenía la finalidad de estar cubierto de cualquier supervisión de alguna presunta irregularidad en la forma en que fueron financiadas las mencionadas macro-obras de Samuel.
Y como García Sepúlveda no pudo realizar la jugada completa, es decir postularse como candidato a la presidencia de la república y dejar al mando del gobierno de Nuevo León a un incondicional, de plano no quiso correr el riesgo de que le destaparan sus jugarretas de presunta corrupción y renunció a su papel de patiño de Morena para protegerse en el palacio de gobierno neoleonés.
En lo más recóndito de sus ambiciones políticas, Samuel García anhelaba un escenario de conflicto en las presidenciales del próximo año y que le dieran a él la oportunidad de ser la solución de un conflicto irresoluble entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Pero como pone de cabeza Ramón Alberto Garza en su Código Magenta, “Pudo más el miedo que la ambición”.
ENTRA CON ALTA APROBACIÓN MANOLO JIMÉNEZ AL GOBIERNO DE COAHUILA.
El último gobernador químicamente priísta, el coahuilense Manolo Jiménez, asumió el poder ejecutivo de la entidad norteña con un aliento de esperanza entre la población de que regrese la seguridad a sus habitantes y de que la disminución de la pobreza y otros rezagos sociales, se conviertan en el sello de lo que ya se ha llamado “EL COAHUILA DEL FUTURO”.
Un reclamo de los coahuilenses es que Manolo Jiménez termine con la tradición maldita de que los ex gobernadores sigan siendo los factores que determinen el modelo de gobierno que habrá de realizarse al salir del mando Miguel Ángel Riquelme.
Los medios de comunicación coahuilenses destacan como los hombres claves en el gobierno de Manolo Jiménez Salinas a los siguientes personajes:
Óscar Pimentel está destinado a liderar la Secretaría de Gobierno, consolidando su posición dentro del equipo gubernamental.
Eduardo Olmos, actual líder del Congreso del Estado, se proyecta como el representante del Gobierno en La Laguna, fortaleciendo la conexión entre la administración y esta importante región.
La Secretaría de Economía experimentará un cambio, convirtiéndose en la plataforma de Pro-Coahuila, encargada de impulsar el desarrollo económico del estado bajo la dirección de Luis Eduardo Olivares Martínez.
Así, inicia Manolo Jiménez su gobierno con gran apoyo popular.
ARRANCA EL TREN MAYA. AMLO FELIZ.
El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el tramo del Tren Maya que va de Campeche a Quintana Roo.
Acompañado de un nutrido grupo de grandes empresarios entre los que destacaban Carlos Slim y Alfonso Romo, así como la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, el primer mandatario puso en marcha esa obra que, por la expectativa que ha despertado, logró que los boletos para el primer viaje que será a mediados de diciembre se hayan agotado.
La venta de boletos ya está ya disponible en el sistema E-ticket y tendrán un costo de entre mil 166 pesos en clase turista y mil 862 pesos en clase premier, de acuerdo con lo ofertado por el gobierno.
La comercialización de pasajes contempla el inicio de operaciones a partir del sábado 16 de diciembre, con una salida a las 7:00 horas para la ruta desde San Francisco, Campeche y la llegada a la estación de Cancún.
Sin duda es un evento que justifica plenamente la satisfacción del presidente López Obrador.
