En el inicio del Parlamento Abierto: Días de Jornada y Descanso Laboral en la Cámara de Diputados, en donde ya hay un dictamen aprobado para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, los empresarios expresaron sus reservas, pero al final dieron el sí al diálogo para que no se aplique “a rajatabla”, sino según el sector y de forma gradual.
Empresarios del país explicaron que la reducción de la jornada laboral tendría un impacto en los costos de la nómina de las pequeñas y medianas empresas de entre 25 y 40 por ciento, lo que causaría un aumento en productos y servicios, pero se manifestaron a favor de esa medida, de manera progresiva y con facilidades fiscales.
La iniciativa busca que por cada cinco días de trabajo, los trabajadores disfruten de al menos dos días de descanso. La reforma constitucional busca modificar el Artículo 123 en materia de días de descanso laboral, aumentando de un día de descanso a la semana a dos.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países en donde se trabajan más horas al año.
Los mexicanos laboran 2 mil 124 horas al año, cifra que supera a Costa Rica (mil 913), Rusia (mil 874) y Japón (mil 598).
El presidente de la Comisión Laboral del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Lorenzo Roel, dijo que el sector de manufactura sería el más afectado.
“El costo por concepto de tiempo extra y por concepto de días de descanso laborado tendría un impacto anual aproximado de 360 mil millones de pesos”, explicó.
Dijo que está a favor, pues no es que el sector diga: no hay que reducir la jornada, sino abrir el diálogo social para ver qué actividades, qué industrias.
«Hay que ver cómo podemos migrar en ciertos plazos y en su caso considerar qué actividades pueden considerarse casos de excepción y no a rajatabla una aplicación de reducción de jornada para todas las actividades. Nosotros estamos a favor”, dijo frente a los diputados.
El especialista en materia laboral Carlos Ferrán Martínez Carrillo dijo que en Colombia y Chile la reducción de la semana laboral “fue un proceso escalonado y no de manera abrupta” por lo que dio el “sí a un régimen transitorio, un periodo de gracia”, además de dar incentivos a la formalidad.
También los diputados expresaron diversas posturas.
El diputado Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo (Morena) destacó la urgencia de hallar un punto medio en esta discusión y evitar una polarización entre buenos y malos. Agregó que esta legislatura se enfocará en apoyar tanto a empresarios como a trabajadores, incluyendo a los pequeños emprendedores.
Angélica Ivonne Cisneros Luján, diputada de Morena, dijo que la iniciativa busca reducir la brecha entre ricos y pobres y mejorar las condiciones laborales para todos los trabajadores, en el contexto del bienestar y la seguridad social.
El diputado Emmanuel Reyes Carmona (Morena) expresó su compromiso de avanzar en una reforma integral que permita el descanso oportuno de los trabajadores, considerando pros y contras.
El panista Santiago Torreblanca Engell propuso conciliar la vida laboral y personal de los trabajadores, sin afectar el trabajo formal y la generación de empleos. Sugirió centrarse en la jornada laboral de 40 horas semanales de manera flexible y proteger a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Reginaldo Sandoval Flores del Partido del Trabajo subrayó la necesidad de discutir una reforma progresiva y buscar formas de mejorar la situación actual.
