Isabel Segura

Durante el invierno, por lo general la gente suele descuidar la ingesta de agua, ya que la temperatura corporal no detecta fácilmente la falta de hidratación, como sí lo hace en los días calurosos, por lo que es importante recordar que el consumo de agua tiene que ser igual que en el resto de las estaciones.

La nutrióloga Karen Verástegui, señaló que en temporada de frío aumenta el interés por consumir bebidas altas en calorías, pero es importante moderar sus cantidades y beber aproximadamente 2 litros de agua por día para mantenerse debidamente hidratado.

La falta de agua puede producir diferentes consecuencias en el organismo como un aumento de la presión arterial y hasta del nivel de azúcar en la sangre, así como una fuerte deshidratación.

“Cuando se disminuye la ingesta de agua, disminuye la concentración, la piel y los labios se resecan. Si vemos que el color de la orina es muy amarillo quiere decir que nos hace falta tomar mucha más agua; ahí podemos evaluar qué tanta deshidratación tiene la persona”, finalizó.