AMLO no tuvo nada que ver con el crimen de los 43, y fallan los que han querido
involucrarlo en la falta de solución, porque gobierna. El estado tiene sus alcances; el que
gobernaba era Enrique Peña Nieto. Pero Gustavo Díaz Ordaz si fue culpable de la matanza
del 68. Hay pruebas suficientes. En el caso de Peña Nieto ¿Por qué le sacan los que apoyan
a los padres del 43?, porque su enemigo real es AMLO, aunque sea inocente y haya hecho
lo imposible por desentrañar el caso. Es importante fijar hasta donde llega la responsabilidad
del estado. Las leyes lo fijan en función de la prescripción, siempre dejando claro quien es el
presunto responsable y cuales deben ser las funciones del estado al respecto, como no
responsable. Dada la certeza en ciertos crímenes, es importante fijar y delimitar la
responsabilidad de un gobernante, porque algunos crímenes son adjudicados por motivos
políticos e ideológicos. En el caso del 68 no hay una discusión porque los actores quedan
claros. Pero en lo que está sucediendo en el caso de los 43, cuyos asesores de los padres
víctimas, han exacerbado a tal grado la situación en este momento, que hacen pensar que el
culpable es el actual gobierno. No tuvieron las agallas esos asesores para lanzarse contra el
gobierno pasado. Se agarran de la cuestión del ejército, una parte del estado, dirigiendo sus
baterías a quien consideran el enemigo a vencer. Está claro que ese lamentable episodio
está convertido en un asunto político -ideológico y basta con rascar un poco para saber
quienes son los enemigos que están atrás. No tienen cuidado en ocultarse porque en
muchas ocasiones ( véanse las actuales mentiras al respecto) coinciden con la derecha y
con la extrema derecha.
EL DE LOS 43, ES UN CASO MÁS, DE LOS QUE DEBEN INVESTIGARSE
La situación del país fue entregada en casos tan extremos que son muchos los problemas
que deben atenderse. Los desaparecidos han aumentado tal como se mencionó el pasado
día de su conmemoración, casi siempre a partir de datos del INEGI. En un punto de vista
publicado por el periodista Eduardo Ibarra Aguirre en su columna Utopía, recalca muy bien
esa situación. Pero se insiste, dice, en los 43. En el país las desapariciones (incluidas en la
lista de lo que crearon y dejaron antiguos gobiernos), han aumentado en este momento. Y es
a ese contexto al que se debe dirigir el estado, incluyendo dentro al caso de los 43, a cuyas
energías oficiales han estado cargados los asuntos de los desaparecidos. Deben
estructurarse de una manera equitativa los problemas, que en muchos casos son similares y
enfrentarlos juntos con nuevas propuestas que está haciendo el gobierno. La política y la
ideología de los que pervierten las situaciones, debe quedar de lado del asunto de los
desaparecidos, sea cual haya sido la causa (o causas similares en los casos), deben enfrentarse con elementos prácticos. Son muchos los que están atrás utilizando el caso de
los 43 y hay que exhibirlos.
EL CASO DEL 68 NO SE OLVIDA, PORQUE DIAZ ORDAZ NUNCA FUE SANCIONADO
En el caso del 2 de octubre de 1968, hay una reiterada postura para juzgar a Gustavo Diaz
Ordaz y a Luis Echeverría así sea en ausencia. Pero en el caso del segundo se vio que los
propios tribunales se mostraron a favor, pese a los datos presentados, de declarar el caso
prescrito. Ahí fue donde debieron haberse presentado demandas sobre crimen de lesa
humanidad ya que el estudiantado incluido, formaba una comunidad en ambos casos que
fueron agredidas por el estado. En México se juzgan poco esos casos, de ahí que los tipos
no sean calificados bien y los jueces de primer nivel no sepan juzgarlos. Pero en ambos
casos, el 68 y el 10 de junio tienen culpables definidos desde el poder, cosa que en el caso
de los 43, los padres no han explorado al gobierno pasado. Ahí es donde está la respuesta
de lo que atribuyen a este gobierno de una manera abusiva e injusta, porque les resulta más
fácil enfrentar a alguien que en este momento está en el poder.