José Luis Camacho
Sobre la desgracia que padecen Acapulco y sus municipios aledaños a causa del huracán Otis, faltan aún muchas responsabilidades por esclarecer.
Sin duda los momentos más dolorosos del evento son los presentes. Las necesidades son múltiples una vez que el recuento de daños se inicia con todo el dramatismo de los resultados que arroje.
Alimentos, salud, seguridad, restablecimiento de agua, electricidad, comunicaciones, son las demandas más sentidas por una población sumida en la desolación.
Muchos espacios de los medios de comunicación están dando más importancia al deslinde de responsabilidades que tienen, o pueden tener, los gobiernos federal, estatal y municipal. Buscar culpables, que sin duda los habrá, en momentos en los que los esfuerzos de TODOS deben enfocarse a tratar de ayudar a salir de su condición de damnificados a la región afectada, es una actitud amarillista, prematura e insidiosa en algunos identificados casos.
En la región de Acapulco los levantamientos que los especialistas realizarán, darán cuenta de las corrientes de agua de los deslaves que ocurrirán o de los desgajamientos de cerros.
Las dimensiones de la tragedia de Acapulco, es de características muy similares a los que tuvieron para la población de la hoy CDMX los sismos de 1985.
En el caso de los sismos mencionados, fue la propia sociedad la que entró al rescate de los atrapados por los escombros ante el pasmo de unas autoridades rebasadas por el impacto descomunal del fenómeno.
Seguramente, ante la rapiña de inconscientes ciudadanos que saquean tiendas departamentales o de cualquier tipo y tamaño desatada en las últimas horas, sumado a la insuficiencia de los encargados de poner en condiciones mínimas de funcionamiento los servicios más elementales, seguramente la sociedad acapulqueña hará algo parecido a lo que hicieron los habitantes de la Ciudad de México en 1985.
El llamado a tener una solidaridad responsable ante la tragedia que padecen Acapulco y su región cercana, es lo que debe prevalecer.
Los ajustes de cuentas y el deslinde de responsabilidades, con información sólida y suficiente, sin duda que llegarán a su tiempo.
SAMUEL GARCÍA, UN FRÍVOLO EN CAMPAÑA.
Las campañas presidenciales siguen prender.
Lamentablemente han sido incidentes escandalosos los que han llenado la información de los medios y de las redes sociales sobre las actividades de las campañas presidenciales.
Un caso que ilustra lo anterior es la frívola manera en que respondió en un video el protagónico del todavía gobernador Samuel García, al enterarse que el Congreso del Estado no le permitió realizar una jugarreta legal al solicitar una licencia por un mes y dejar como interino a su secretario de gobierno.
El video de Samuel García es una joya de lo que es un voluntarista político que siente que es la última Coca Cola que existe en el desierto.
El Congreso del Estado de Nuevo procedió de acuerdo a la normatividad del caso. Pero el desfasado protagonismo de Samuel García ya ocasionó que Movimiento Ciudadano posponga la convocatoria que permitiría la inscripción de candidatos a presidencia de la república.
Por fortuna la que reaccionó con la designación de quienes serán sus representantes en las cinco circunscripciones electorales fue Claudia Sheinbaum.
Esta decisión, por los personajes que involucra, se ha tomado como un mensaje de la candidata presidencial de MORENA al ex canciller Marcelo Ebrard, quien de sumarse a su campaña sería un refuerzo de gran calado.
Los representantes de Sheinbaum en las cinco circunscripciones electorales son los siguientes:
Exclusivo: Sheinbaum ya reparte las circunscripciones en un último mensaje de negociación hacia Marcelo
De la primera, que en 2018 trabajó Ebrard, se encargará Efraín Morales. La segunda para Néstor Núñez. En la tercera Alavez, en la cuarta Godoy y en la quinta Cravioto.
(Con información de La Política Online)
Conclusión: Samuel García ya le frustró su estrategia a Dante Delgado.
