Después de que el Capitolio de los Estados Unidos volviera a estar bajo ataque el pasado viernes, la policía del recinto legislativo se ha sumido en una severa crisis.

De acuerdo con información de Vanguardia, una gran cantidad de agentes considerar jubilarse anticipadamente, otros comandantes ya han renunciado y los oficiales que se han quedado han sido objeto de severas críticas.

El director del sindicato de la Policía del Capitolio, Gus Papathanasio, dio a conocer un comunicado en el que señala que después de la muerte del oficial Billy Evans tras el ataque del viernes, varios miembros están «acongojados» por lo que han comenzado a considerar otros empleos o jubilarse.

Esta situación puede perjudicar el funcionamiento de la fuerza policial e incluso la norma de mantener abierto al público el recinto legislativo.