Con la fundación de las ciudades, las plazas y las iglesias fueron el referente geográfico para la población, sin embargo, Rioverde con 404 años de historia, tiene desde hace 218 años plena certeza de la historia de su plaza, una de las más bonitas del estado, pero que a lo largo de los años ha tenido grandes transformaciones, aseguró el director del Archivo Histórico, Lucas Hernández Salinas.
En sus inicios, la plaza abarcaba también el terreno que actualmente ocupa la Presidencia Municipal y ahí se realizaban los tianguis, incluso en la parte sur de la plaza Constitución se llevaban a cabo corridas de toros, juegos de cañas para diversión de la gente, que eran duelos a caballo, cada jinete llevaba una armazón y con las cañas se tenían que tumbar, el que quedaba arriba del caballo ganaba la batalla.
Por decreto del 27 de enero de 1813, todas las plazas de las ciudades y villas del reino español llevarían el nombre de plaza Constitución y otras adoptaron el nombre de plaza Real, pero ese nombre no fue usado en Rioverde y durante la independencia fue llamada Plaza de la Libertad o Plaza de Armas.
Uno de los primeros datos sobre su infraestructura data de 1856 cuando el Prefecto del Departamento de Rioverde, General Sóstenes Escandón Martínez, concluyó el embanquetado de ladrillo de la plaza principal y casi una década después en 1867 fue rebautizada la plaza principal de Rioverde con el nombre de plaza de la Constitución.
En 1872 un grupo de prominentes de la ciudad, con vestimenta afrancesada se reunieron al sur de la plaza Constitución para inspeccionar la plantación de los arbolitos, entre ellos, seis ceibas, traídas de la hacienda de San Diego, además, Antonio Quesada de Pando en 1884 donó 36 bancas para la plaza Constitución
El Alcalde Ordinario don Wenceslao Ruiz en 1889 se dispuso proceder al empedrado de las calles con piedra bola de río y que desembocan en la Plaza Constitución y Gabriel Amador, Jefe Político estableció el alumbrado de gas en la plaza Constitución en 1890.
Los bambúes que se encuentran en la plaza Constitución fueron donados por la embajada japonesa en 1900 y plantados por el súbdito japonés en Rioverde, el señor Tokuichi Ogata Kato, árboles que aún se conservan.
Además, un elemento que ya desapareció, el quisco, fue obsequiado por el gobernador Ing. Blas Escontría Ruíz y Bustamante en 1902.
Durante el porfiriato, hay evidencia que se formó la cuadrícula de lo que sería el jardín de la plaza Constitución y de ahí se cambió al atrio de la iglesia y para 1950, el Presidente Municipal Pedro Hernández de la Vega, mudó los últimos puestos al atrio de la iglesia.
En la administración del Presidente Municipal Ignacio Maldonado Díaz (1953-1955), el quiosco fue llevado a Tancanhuitz de Santos, en la huasteca potosina y sustituido por una pérgola, en forma de media luna, a iniciativa del Dr. Daniel Gama Silva.
La Pérgola era una construcción inspirada en el arte grecolatino; el pueblo disfrutaba y descansaba bajo su sombra, era el lugar donde se colocaba el altar patrio en el ceremonial cívico
Las ferias, por tradición se celebraban en la plaza Constitución, pero a partir de 1968 en el periodo del Dr. Carlos Gama Morales, se trasladó fuera del primer cuadro de la ciudad, hacia la calle Ignacio I. Madero entre la calle Nicolás Bravo y carretera Rioverde San Luis.
Durante el periodo presidencial de Salvador Izar Noemí, 1998-2000, la plaza se modificó al retirar la estructura de la pérgola; se colocó una fuente en la parte sur de la misma. El proyecto quedó inconcluso con una explanada para usos múltiples y desde entonces, la única transformación ha sido la colocación de cuatro fuentes con motivo del aniversario 400 de la ciudad.